TOKIO.- Los responsables de la liga de fútbol surcoreana, la K-League, acordaron hoy inhabilitar permanentemente a diez jugadores implicados en un escándalo de partidos arreglados en la primera división del país asiático.
La penalización supone el castigo más duro en los 28 años de historia de la liga surcoreana, fundada en 1983, informó la agencia local Yonhap.
El Comité de disciplina de la liga surcoreana acordó que de los once jugadores implicados diez no podrán volver a jugar en la competición, y además solicitará a la Federación Surcoreana de Fútbol su exclusión de cualquier tipo de actividad relacionada con este deporte.
El undécimo implicado, Kim Dong-hyun, que ha jugado en seis ocasiones con la selección absoluta surcoreana, será juzgado por un tribunal castrense ya que realiza actualmente el servicio militar, obligatorio para todos los varones del país asiático.
"Hemos tomado la decisión con la intención de que ésta sea la primera y última vez que tenga lugar un escándalo de amaño de partidos en la liga,” aseguró el presidente del Comité, Kwak Young-cheol, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
A finales de mayo los responsables de la K-League destaparon el escándalo, en el que algunos futbolistas habrían recibido dinero para cometer errores y contribuir a la derrotas de sus equipos.
Durante la investigación, uno de los futbolistas, Jeong Jong-kwan, se suicidó en un hotel de Seúl y en una nota reconoció su participación en los hechos.
De los jugadores implicados, ocho pertenecen al equipo Daejeon Citizen, que será sancionado con la pérdida de un 30 por ciento de sus ingresos previstos para este año en el Sport Toto, las apuestas deportivas del Estado surcoreano, lo que se estima en una pérdida de cerca de 270 millones de wones (175.000 euros).
Los equipos Gwangju FC y Sangju Sangmu Phoenix, que cuentan con un jugador sancionado cada uno perderán un 10 por ciento de los ingresos de la “quiniela” surcoreana.