Reuters
MÁLAGA.- Cuando aterrizó en Málaga el jeque árabe Abdullah Bin-Nasser al Thani, las dudas surgieron inmediatamente. Pero meses después, la realidad es que el club andaluz ha inundado de euforia a su hinchada con fichajes a golpe de "petrodólares".
En tiempos en los que la crisis sacude con extrema dureza al fútbol español, el Málaga desafió las actuales leyes económicas con una montaña de fichajes que satisface plenamente a su entrenador, el chileno Manuel Pellegrini.
El último ocurrió hoy y llevó el nombre de Joaquín, con lo que el extremo español se convirtió en la séptima incorporación del club andaluz para la próxima temporada tras pagar unos cuatro millones de euros (casi 5,7 millones de dólares).
Antes llegaron Diego Buonanotte, Martín Demichelis, Ruud Van Nistelrooy, Nacho Monreal, Jérémy Toulalan y Joris Mathijsen.
Además, la prensa española da por hecha la próxima contratación del central español Sergio Sánchez, actualmente en el Sevilla.
Pero el jeque del Málaga no parece que vaya a detenerse ahí y al finalizar la temporada prometió a sus hinchas una "bomba" para la próxima campaña.
Los rumores siguen funcionando y se habla con insistencia de nombres como el del argentino Javier Pastore, actualmente en el Palermo, o del internacional español Santi Cazorla, del Villarreal y gran favorito de Pellegrini.
"El conjunto malacitano está demostrando ser el gran animador del mercado estival al cerrar su séptimo fichaje para esta temporada. Y todo apunta a que igual no es el último en llegar a la Costa del Sol", apreció hoy el diario "Marca".
El jeque Abdullah Bin-Nasser al Thani se convirtió en el nuevo dueño del club andaluz hace poco más de un año tras alcanzar un acuerdo con el entonces presidente malaguista, Fernando Sanz.
Se estimó que el precio de venta estuvo sobre los 12 millones de euros (17 millones de dólares) y pronto surgieron dudas sobre la naturaleza de la compra.
Pero tras una temporada llena de sustos y arreglada a última hora con la permanencias, el multimillonario qatarí está cumpliendo con todas sus promesas, según se ve.
Todo un contraste con lo que está sucediendo en el Racing de Santander, donde el indio Ali Syed, su propietario, hace meses que no paga a nadie y ahora está implicado en un presunto caso de estafa por valor de 100 millones de dólares en Australia.
Hace tiempo que el fútbol se liberó de buena parte de su romanticismo y por eso ya no sorprende que un club andaluz esté en manos de un qatarí.
Algo que no importa a la hinchada, según se puede comprobar. Porque el Málaga superará todos los récords de número de socios para la próxima temporada.
Los "petrodólares" financiaron la ilusión.