SANTIAGO.- El ñandú o avestruz americana se incorpora como mascota de la Copa América a la edición que se celebra este año en Argentina y se suma a una tradición que comenzó en ese mismo país con Gardelito, en 1987.
Se trata de "Suri", un ave con alas inútiles para el vuelo, adaptada preferentemente a las llanuras y cuya denominación proviene del guaraní.
Tiene una altura que llega a alcanzar los 150 centímetros con patas desarrolladas y adaptadas para la carrera, que terminan en tres dedos, y un cuello largo.
En la apariencia con la que se presenta ante los seguidores de la Copa, "Suri" se ve perfectamente equipada con la indumentaria de la selección, con una camiseta blanquiazul y un pantalón negro, acompañada siempre por un balón.
La historia de las mascotas que empezó con "Gardelito", continuó con "Tico" (Brasil 89), "Guaso" (Chile 91), "Choclito" (Ecuador 93), "Torito" (Uruguay 95), "Tatú" (Bolivia 97), "Taguá" (Paraguay 97), "Amériko" (Colombia 2001), "Chasqui" (Perú 2004) y "Guasky" (Venezuela 2007).
Las historias de cada una de las mascotas anteriores son completamente diferentes y vienen condicionadas por circunstancias, tradiciones y símbolos que poco tienen que ver los unos con los otros, pero que se vinculan directamente con cada país organizador.
"Gardelito", en alusión al cantante de tangos Carlos Gardel, fue una imagen unida directamente con el Buenos Aires porteño, mientras que en 1989, el "Tico" de Brasil se convirtió en la primera ave que asumía como mascota de la Copa.
Chile '91 presentó la figura de "Guaso", la más estilizada de las presentadas hasta ahora en el torneo, mientras que Ecuador difundió la figura de "Choclito", una sonriente mazorca de maíz, que despertó una cierta polémica al considerarse en algunos sectores que no se ajustaba a una representación adecuada del país.
"Torito" fue elegido como mascota de la Copa de Uruguay '95 a partir de la idea de que la industria agropecuaria es una de las principales fuentes de recursos de ese país.
En Bolivia, en 1997, se optó por la figura del "Tatú", un armadillo cuyo caparazón se utiliza con asiduidad para la realización de charangos.
El "Taguá", un animal en peligro de extinción de la región del Chaco paraguayo, fue elegido como mascota de la edición de la Copa de 1999, tras la selección de un jurado. El animal aparecía bebiendo tereré, una infusión tradicional del país.
"Amériko" fue la mascota de la Copa de Colombia en 2001, una imagen criticada entonces porque cuando empezó la competición apenas tuvo presencia en el país y en los medios de comunicación, y ni siquiera apareció en la ceremonia inaugural del torneo.
El "Chasqui", el mensajero que recorría a pie el extenso territorio del Imperio de los Incas, fue elegido como mascota oficial de la Copa de 2004 en Perú.
Su imagen era de un corredor de rasgos andinos, con plumas en la cabeza, que domina un balón de fútbol mientras avanza vestido con el uniforme blanco con franja roja en el pecho, propio de la selección peruana.
La serie se completa con "Guaky", votada para su elección en los meses previos a la Copa de Venezuela, en 2007. Se trata de un ave que se sentaba sobre un palo de madera y que vestía la camiseta de la selección venezolana.
Ahora es el turno de "Suri".