De brazos cruzados estuvo Borghi durante varios minutos ayer en San Juan.
AFPSAN JUAN.- “Es su estilo y no lo va a cambiar”, comentaba un hincha sobre la particular forma en que vivió el técnico de la selección chilena , Claudio Daniel Borghi, su debut en partidos oficiales al mando de la “Roja”.
Los que lo conoce bien no se sorprenden por la tranquilidad que experimenta el DT argentino durante los 90 minutos al borde de un campo de juego.
En el estadio San Juan del Bicentenario, donde el equipo nacional venció claramente por 2-1 a México , el “Bichi” simplemente ni se inmutó con los goles de Esteban Paredes y Arturo Vidal.
Desde el arranque el ex estratego de Colo Colo mantuvo la misma posición por largos pasajes de la brega. Brazos cruzados y las manos tras la espalda. Sus caminatas fueron pausadas, pero siempre por no más de tres metros por lados.
Se le vio bastante tranquilo, pausado, como sabiendo que sus dirigidos no le iban a fallar. Recién a los 22 minutos llamó a su ayudante de campo, Jaime Vera, y conversó con él cerca de un minuto. No hubo gritos hacia la cancha.
A los 31’ se lo pierde Humberto Suazo, jugada que provoca el lamento de los más de 20 mil chilenos, pero el adiestrador sigue inmóvil, mientras Vera imparte un par de instrucciones.
A pesar de todo, Borghi se mantuvo en su puesto sin evidenciar molestia con las numerosas ocasiones de gol erradas. Pero a los 39’ llegó su primera orden durante el lance. Esta es para Arturo Vidal a quien le pide que no pierda su posición en el centro del campo.
Cae el gol del “Tri” y Borghi no se complica. Mira a la banca y luego hacia el cielo por menos de dos segundos y de ahí se cruza de brazos.
En la segunda etapa la historia no cambia mucho. Siempre en el centro de su sector demarcado, no gesticula y cuando a los 53’ se lo vuelve a perder Suazo el adiestrador no se complica, ni recrimina al atacante del Monterrey.
A los 65’, cuando el público comenzó a pedir a Jorge Valdivia, todos pensaban que iba a ceder, pero no fue así. El DT no quiso arriesgar al hombre del Palmeiras y lo dejó en la banca.
Y los brazos continuaban cruzados, pero a los 38’ dejó por un minuto de lado su sorprendente tranquilidad para gritarle al árbitro, el venezolano Juan Soto, cuando dejó jugar mientras Matías Fernández se encontraba en el suelo.
Término del partido y Borghi que debuta con una victoria en la Copa América. El DT mira a la banca, se abraza con su cuerpo técnico y se va en forma rauda al vestuario. A celebrar, no lo creemos…
Es el estilo del “Bichi”, ese que por ahora lo tiene invicto desde su llegada a la banca de la “Roja” y puntero del Grupo C de laCopa América .