SANTIAGO.- La prensa de Barcelona reveló hoy varios detalles de la tortuosa telenovela que significó el traspaso de Alexis Sánchez al club catalán , mencionando sabrosos entretelones del culebrón que ha cautivado la atención de todo el medio futbolístico en España.
Se confirmó que la cifra fija que pagará el elenco "blaugrana" al Udinese será de 26 millones de euros, los cuales se pagarán en tres cuotas: la primera en enero de 2012, la segunda en enero de 2013 y la última en enero de 2014. Además, el período de agosto a diciembre de este año le saldrá gratis a los españoles.
Uno de los detalles que más sorprendió es que en las oficinas del equipo "culé" ya estaba el número de teléfono de Alexis, antes que el de su representante Fernando Felicevich. Incluso, fue el mismo jugador quien le facilitó el contacto a los dirigentes del equipo de la ciudad condal para que hicieran los primeros sondeos en el mes de marzo.
Sánchez tuvo su primer contacto con el Barcelona a través del vicepresidente, Josep María Bartomeu, luego fue el turno de los secretarios Andoni Zubizarreta y Raúl Sanllehí, para terminar con el entrenador Josep Guardiola, clave para convencer definitivamente al chileno de recalar en Cataluña.
Por su parte, el Udinese sólo quería vender al tocopillano en el mayor precio posible, no importando el equipo. Pero cuando Alexis señaló en marzo que "sólo quiero jugar en el Barça", le puso mucha presión encima a los dirigentes del cuadro de Friulli.
Tras ganar la Champions League, el Barcelona comenzó los contactos con los italianos, pero en un principio ellos no querían vender a Sánchez a los catalanes, ya que existían ofertas muy superiores del Chelsea y el Manchester City, que alcanzaban la friolera de 50 millones de euros.
Así, Gino Pozzo y los regentes del elenco de Udine, empezaron a cambiar las condiciones del contrato y sus peticiones iban aumentando de acuerdo a cuánto ofrecían los catalanes, buscando el fracaso de la operación.
Sin embargo, los dirigentes españoles se mantuvieron firmes, corriendo el riesgo de abortar la transacción y que los italianos terminaran vendiendo a Sánchez a Inglaterra.
Y finalmente, luego de las presiones del chileno y Felicevich hacia los italianos, terminaron por ceder. Clave fue la frase del argentino, en nombre del jugador: "negocien con quién sea, pero yo quiero ir a Barcelona".