Duelo ante Tommy Haas fue el mejor partido de la carrera de González

SANTIAGO.- Enero del 2007, semifinal del Abierto de Australia. Fernando González (10° ATP en ese entonces) se enfrentaba en el partido más importante de su carrera, hasta ese instante, al alemán Tommy Haas (12°).

Y ese encuentro, que es el más recordado en la carrera del nacional por el nivel mostrado y lo que significó para él ese resultado, por el entonces dirigido por Larry Stefanki.

Lo de hace cinco años en Melbourne fue sin dudas el mejor torneo de la carrera del chileno. Hasta ese momento "Feña" nunca había llegado a la ronda de los cuatro mejores en un Grand Slam y estaba ad portas de conseguir un hecho inédito en su carrera: disputar la final de un "major".

Para alcanzar esa fase, el "Bombardero" de La Reina superó un duro camino en Melbourne. En primera ronda venció al ruso Evgeny Korolev (87°) por 6-7, 7-6, 6-3 y 6-2.

En el segundo turno tuvo un díficil duelo ante el por entonces muy prometedor Juan Martín del Potro (73°), a quien derrotó por 7-6, 4-6, 6-7, 6-4, 4-0 y retiro.

La prueba de fuego llegó en tercera, cuando venció en la sesión nocturna de la Rod Laver Arena al ídolo local Lleyton Hewitt (19°) por 6-2, 6-2, 5-7 y 6-4 ante estadio lleno y todo el público volcado hacía el "aussie".

Por los octavos de final eliminó al estadounidense James Blake (5°) con un 7-5, 6-4 y 7-6 que confirmaba su alto nivel.

Pero la explosión total fue la ronda de los ocho mejores, cuando vapuleó al número dos del mundo Rafael Nadal por un contundente 6-2, 6-4 y 6-3.

Así, González llegó al duelo con Haas, que venía igual de enrachado tras eliminar al argentino David Nalbandian (8°) y el ruso Nikolay Davydenko (4°). Pero la historia fue increíblemente desigual en la semifinal.

Esto principalmente al nivel superlativo del chileno, que entró iluminado al court central de Melbourne Park y no le dio ninguna opción al germano, que se veía impotente y sin respuetas al poderoso juego de "Feña".

Fue 6-1, 6-3 y 6-1 en apenas 91 minutos de juego. González tuvo marcas casi imposibles de realizar. Conectó 45 tiros ganadores, cometió apenas tres errores no forzados y no dio chances de quiebre a su rival, algo prácticamente inaudito incluso para los mejores del mundo y lo logró nada menos que en una semifinal de un Grand Slam.

El chileno comentó esta hazaña diciendo que "antes en mis partidos cometía 45 errores y tres winners, así que ahora estoy tratando de trabajar más los puntos y está resultando", señalaba González, que tras ese torneo se ubicó como número cinco del planeta, su mejor ranking histórico.

En la final sólo pudo detener al nacional un escollo insalvable: el suizo Roger Federer (1°) que se encontraba en su mejor nivel y lo venció por 7-6, 6-4 y 6-4.

Aún así, la hazaña de González en Australia 2007, especialmente el duelo ante Haas, estarán por siempre en el recuerdo de los fanáticos del tenis.