Hernán Darío Gómez no lo está pasando bien en Colombia.
EFE
BOGOTÁ.- El ex técnico de la selección colombiana de fútbol Hernán Darío Gómez afirmó que está "destrozado" y que lo han tratado "peor que a un asesino" por el escándalo en que se vio envuelto al golpear a una mujer, según declaraciones conocidas hoy.
El incidente ocurrió el domingo anterior y la ola de críticas por su actitud lo llevó a presentar su renuncia a la Federación Colombiana de Fútbol.
"Bolillo" Gómez viajó de Bogotá a su casa de Medellín, donde no se ha dejado ver, aunque aceptó dar unas cortas declaraciones al diario "El Tiempo".
"Yo asumo las consecuencias de mis actos. Sé que cometí un error grande y que por eso estoy pagando. Yo la 'embarré' (cometí un error), sí, yo la 'embarré'. Me emborraché y la 'embarré', pero siento que me han dado muy duro, que me han tratado peor que a un asesino, que a un delincuente, que a un guerrillero", dijo el técnico.
"Me mataron, estoy muerto, estoy destrozado. Me acabaron, estoy muy mal. Sé que me equivoqué y sé que uno asume sus consecuencias, como lo estoy haciendo ahora", concluyó Gómez en medio del llanto, según el diario.
Reporteros del diario "El Espectador" también quisieron obtener unas declaraciones suyas sobre lo ocurrido, pero el entrenador fue más parco: "Quiero que me entienda, pero en este momento no estoy en condiciones de hablar. Esperemos que pase el tiempo. Ahora tengo mucho dolor y tristeza".
El incidente ocurrió en la madrugada del domingo al frente de un bar del centro de Bogotá al que el sábado en la noche había llegado Gómez junto con una mujer, cuya identidad aún se desconoce.
Testigos relataron que la pareja se tomó unos tragos y salió del centro nocturno, tras la cual comenzó una discusión en la calle que terminó con puños y patadas de Gómez a su acompañante.
Varios transeúntes trataron de golpear a Gómez para defender a la mujer, pero el vigilante de los vehículos de los clientes del bar intervino para evitarlo. Luego la pareja se fue en un taxi.
El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, repudió la actitud del entrenador, aunque en un comienzo la circunscribió a asuntos de la vida privada del técnico.
Aunque Gómez expidió un comunicado pidiendo disculpas, la ola de indignación nacional creció como espuma en redes sociales y medios de prensa.
