Roddick y Ferrer tuvieron que cambiarse del Louis Armstrong al Court 13.
Reuters
NUEVA YORK.- El partido entre el estadounidense Andy Roddick y el español David Ferrer por los octavos de final del Abierto de los Estados Unidos se jugará finalmente en un escenario diferente al previsto.
Tras una hora y media de cambios de decisión, la organización del torneo se confirmó impotente para solucionar los defectos en la pintura de la superficie del estadio Louis Armstrong, en el que debía jugarse originalmente el encuentro.
"Ahora sí que me estoy enojando, ¡ahora sí!", dijo Roddick poco después de las 12:30 locales, tras ingresar por segunda vez al estadio y comprobar que la superficie seguía siendo peligrosa para jugar.
"¡Brian!, ¿Qué es esto, qué es esto?", casi gritó Roddick a un atribulado Brian Early, árbitro general del torneo, que apenas atinaba a encontrar respuestas.
En torno a una de las líneas de base del Louis Armstrong se detectaron zonas irregulares y esponjosas, en las que afloraba la humedad tras dos días de lluvia. La superficie era potencialmente peligrosa para jugar sobre ella.
Hasta ocho responsables, expertos técnicos y ayudantes del torneo se concentraron junto a las zonas defectuosas en el que es el segundo escenario en importancia en el complejo de Flushing Meadows. Toallas, cintas aislantes, una máquina aspiradora, pisotones de todo tipo y otras "técnicas" fueron utilizadas, sin éxito, para intentar aplanar la superficie.
En una improvisada reunión en uno de los oscuros pasillos interiores del estadio, Early, Ferrer y un muy molesto Roddick acordaron jugar el partido en la cancha 13.
Hoy, al salir para el peloteo previo a las 11:00, los jugadores comprobaron los problemas en la superficie.
"No, preferimos no jugar así", dijo Roddick, en acuerdo con Ferrer, a los supervisores del torneo. Ambos jugadores regresaron de inmediato al vestuario a esperar que se solucionara el percance, cosa que no sucedió.
El resto de los partidos ya están en juego tras dos días de suspensión por lluvia.
