Cesc Fábregas no puede creer que el partido que tenían en el bolsillo se les escapara.
AFPSANTIAGO.- El duelo de chilenos entre Alexis Sánchez del Barcelona y Claudio Bravo en la Real Sociedad, parecía que tenía un claro ganador: el tocopillano.
Pero en un partido que tuvo dos tiempos muy distintos, en el primero el Barcelona fue aplastante y pudo marcar a lo menos 4 goles, pero sólo se llevó 2.
En tanto en el segundo fue todo para la Real Sociedad donde el equipo de Bravo logró el empate.
Sin duda el momento crucial del partido fue la lesión que Alexis Sánchez sufrió en el minuto 30, ya que el delantero nacional estaba realizando un partido de alto nivel y se transformaba en pieza clave de un Barcelona que no tenía en cancha a Messi, Iniesta y Villa.
Pero después de la espantosa falta que Daniel Estrada le comete al tocopillano, obligando el cambio del chileno por David Villa, el equipo catalán no consiguió más la profundidad que antes había tenido.
El Barcelona inclinó desde el primer minuto la cancha, donde tres jugadores fueron fundamentales: Alexis Sánchez, Xavi y Cesc Fábregas, tanto así que el primer gol de los catalanes lo fabricaron entre ellos. Gran pase en profundidad del ex Arsenal para el chileno, quien amortiguó y tocó a Xavi que sólo tuvo que meter la pelota.
Dos minutos después el cuadro azulgrana morcó su segundo gol luego de que Xavi habilitará a Pedro, que le disparó a quemarropa a Claudio Bravo, quien tapó, pero el rebote le cayó a Fábregas y anotó.
Los catalanes seguían dominando, pero no podían concretar las posibilidades, hasta que llegó el minuto 30. Fuerte falta de Daniel Estrada a Alexis Sánchez, y de ahí en más el Barcelona no fue el mismo, aún cuando siguieron teniendo el dominio de la pelota.
El segundo tiempo fue distinto. El Barcelona, ahora con Messi e Iniesta en la cancha se crearon llegadas, pero la defensa y las grandes atajadas del capitán de la “Roja”, Claudio Bravo, le impidieron aumentan la cuenta. Cada minuto que pasaba descontrolaba más a los visitantes.
Todo lo contrario sucedió con la Real Sociedad, que llegó pocas veces, pero fue muy efectivo, donde el delantero Imanol Agirretxe se transformó en figura: marcó, de cabeza, el primer gol a los 59’ y a los 61’ estrelló un remate en el horizontal de Víctor Valdés, y Antoine Griezmann aprovechó el rebote para marcar el empate definitivo.