Alberto González, la carta de la vela chilena se arrepiente de no prepararse para los JJ.OO.
El chileno se apronta para reeditar su título en los Panamericanos, pero reconoce que fue un error no haber ido nunca por una medalla olímpica.
20 de Septiembre de 2011 | 08:35 | Por Leonardo Vallejos, Emol
SANTIAGO.- Queda menos de un mes para que comiencen los Juegos Panamericanos de Guadalajara y Chile estará representado por 308 deportistas, cifra histórica para una delegación nacional.
Dentro de este listado hay muchos que van con el cartel de favoritos en sus respectivas disciplinas, ya sea Tomás González en Gimnasia, Denisse van Lamoen en tiro al arco o Bárbara Riveros en la triatlón.
Pero sin lugar a dudas, uno de los grandes candidatos es el velerista Alberto González, quien irá a México para reeditar el oro obtenido en los Panamericanos pasados de Rio de Janeiro 2007.
Sin embargo, y a pesar de todos los triunfos obtenidos, "Tito" tiene una gran deuda. "Si de algo me tengo que arrepentir en toda mi carrera, es de no haberme preparado nunca para participar en unos Juegos Olímpicos. Probablemente fue un error", reconoce a Emol el deportista.
González justifica su deserción de participar en la máxima cita planetaria ya que según él "para llegar a unos Juegos tienes que dedicarte al 100 por ciento en eso, enfocarte sólo en la preparación. Y eso no funciona para mí, ya que no puedo compatibilizar mi trabajo (agricultor y empresario) con los entrenamientos. Además que se deja de lado mucho tiempo a la familia".
Y es este apego por su núcleo familiar el que lo inició en la actividad de la vela. Desde que tiene 8 años que comenzó a navegar junto a sus hermanos, papá y primos con el primer bote que le regalo su progenitor (también velerista) en el tranque que tienen en su fundo. La clave para él es no tener miedo "ya que hay muchos padres que obligan a sus hijos a navegar y después salen llorando. Eso no está bien"
Pasó el tiempo, practicó fútbol, tenis y esquiaba en la nieve, pero cuando salió del colegio se decidió por no ir a la universidad y dedicarse profesionalmente a la actividad y a trabajar, pero siempre en familia.
"Tito" navega junto a su hijo Diego y a su gran amigo Cristian Herman, con quienes espera volver a reeditar los logros obtenidos en Brasil. "El objetivo es el mismo, conseguir una medalla. Estando allá veremos de qué color será, pero nos sentimos preparados para ganar", admite.
Y está consciente de que lleva un gran peso de responsabilidad por triunfar en las aguas aztecas, pero señala que siempre ha cargado con eso y que a él no lo presiona, ya que la clave "es saber manejarla (presión), y si existe, esconderla. Hay que aprender a ser amigo de la presión, sólo así triunfarás".
A pesar de todo lo concentrado que está para participar en los Panamericanos, una gran pena se apoderó de él en las últimas semanas, la muerte de su gran amigo Felipe Cubillos, a quien conoció desde niño por la amistad que unía a sus respectivos padres.
"Comió muchas veces en mi casa, compartimos varias anécdotas juntos y es un 'personaje' que se merece todo mi respeto ya sea como persona como velerista. Admiro que se haya atrevido a dar la vuelta al mundo, algo que yo nunca me he propuesto porque me gusta dormir en tierra firme y navegar de día. Eso valoro mucho de él, su osadía y todo lo que hizo por el país", concluye González que sigue con su rutina diaria de entrenamientos y que consta de andar en bicicleta, nadar y navegar.