Flamengo no fue rival para la U.
EFESANTIAGO.- La eliminación de Flamengo de la Copa Sudamericana, tras ser goleado como local por 0-4 por la Universidad de Chile y luego perder por la mínima en Santiago, no dejó indiferente a la prensa de ese país.
Y es que se está haciendo constante que los equipos brasileños no le den mayor importancia al torneo ya que lo ven como "un premio de consuelo de la Copa Libertadores".
Para esta competición, clasifican del quinto al duodécimo equipo del torneo local, ya que los cuatro primeros acceden directamente al certamen de clubes más importantes de América.
Y lo que un principio se ve como un premio, poco a poco comienza a transformase en un problema. "Cuando llega agosto, sin embargo, empiezan a quejarse. El carro se convierte en calabaza y la alegría del pasado se convierte en obstáculo. Como la Copa Sudamericana coincide con el final del Brasileirão, se convierte en una molestia que todo el mundo quiere deshacerse de él. Resultado: los equipos presentan reservas, el desinterés y algunas embarazosas derrotas del fútbol brasileño, como la del Flamengo ante la Universidad de Chile o Botafogo frente a Santa Fe en Colombia", explica el periódico O Globo.
Y sobre este caso en particular, la eliminación de Flamengo a manos de la U, son bien críticos y apuntan que el cuadro rojinegro se "radicalizó". Es cierto que su eliminación se debió al choque en Río de Janeiro cuando, digamos, de paso, que jugó con equipo casi completo y perdió 4-0. Sin embargo, el cuadro decidió estar representado en Santiago como un club más pequeño con 11 jugadores en el campo y sólo cuatro en el banco. Volvió a perder por 1-0".
Y los más complicado es que "se aventuró en situaciones embarazosas para un club de su tamaño", ya que al tener sólo cuatro jugadores de recambio, incluido el segundo arquero, se arriesgaban a quedarse sin elementos si se producía alguna lesión luego de hacer las tres modificaciones. Algo impensado para la jerarquía de un cuadro brasileño.
Estos hechos demuestran el poco interés que despierta en los equipos de Brasil el jugar en la Copa Sudamericana, torneo que sólo Internacional de Porto Alegre ha logrado levantar en 10 años que lleva disputándose.