El brasileño junto a Marcelo Espina en un entrenamiento albo en 1999.
El Mercurio
NAGOYA.- El entrenador brasileño Nelsinho Baptista está viviendo sus días de mayor popularidad en Japón, después de llevar al Kashiwa Reysol, al que había ascendido a primera división en 2010, al título nacional el pasado sábado y con ello a disputar el Mundial de Clubes.
Nunca hasta ahora un recién ascendido había conquistado la J-League, el campeonato liguero del país nipón, y el Kashiwa lo logró el sábado, superando a los dos grandes que sí están acostumbrados a luchar por las primeras posiciones, el Nagoya Grampus y el Gamba Osaka.
El DT, que tuvo un pobre paso por Colo Colo en 1999, es uno de los estandartes de la nutrida presencia brasileña en el fútbol japonés, es el símbolo de un equipo donde han tenido además un papel muy importante en el éxito dos jugadores del gigante sudamericano, Leandro Domingues y Jorge Wagner.
El estreno del Kashiwa en el Mundial de Clubes no permitió alargar las celebraciones por el título nacional, ya que su primer partido está previsto el jueves en Toyota contra el Auckland City neozelandés, campeón de Oceanía y más curtido en esta competición, a la que acude por tercera vez tras 2006 y 2009.
El 'Mago' Nelsinho, como le llegó a bautizar la prensa japonesa, pidió a sus jugadores que se tomen muy en serio el Mundial, ya que puede que sea una oportunidad única en sus carreras.
"Conseguimos buenos resultados y no hay que cambiar la manera con la que los hemos logrado. Le dije a mis jugadores que ganaremos si mantenemos nuestro nivel de juego", afirmó confiado.
Como jugador, Nelsinho inició su carrera a finales de los años sesenta en el Ponte Preta de su país, pero vivió sus mejores días en el Sao Paulo, donde estuvo de 1971 a 1977, disputando 262 partidos, antes de acabar en el Santos y luego en la Juventus italiana.
Pero es como entrenador donde ha vivido sus mejores días, primero en clubes modestos de Brasil, que le abrieron las puertas en 1990 del Corinthians y luego del Guaraní (1991) y el Palmeiras (1992-1993), antes de iniciar su aventura internacional.
En 1993 se dejó atraer por los petrodólares del Al Hilal saudí, donde estuvo una temporada, y de ahí pasó al Verdy Kawasaki (1994-1996), su primer contacto con el fútbol japonés.
Los años siguientes se vieron marcados por sucesivos cambios de clubes y etapas cortas, en equipos de Brasil (Inter de Porto Alegre, Cruzeiro, Sao Paulo, Flamengo, entre otros) y de Chile (Colo Colo), hasta que en 2003 volvió a Japón, para estar dos años en el Nagoya Grampus.
En 2005 volvió al Santos, esta vez como DT, y tras otros cuatro años en Brasil (Ponte Preta, Corinthians, Sport Recife), el país nipón le tentó por tercera vez, con la llamada en 2009 del Kashiwa Reysol.
Llegó en julio de ese año y el equipo descendió a la segunda división al final de temporada, aunque los responsables del club confiaron en él, le mantuvieron en el cargo, y los frutos llegaron con el ascenso en 2010 y el título nacional en 2011, en una reacción tan fulgurante como inédita.