La distancia que siempre los separa.
EFE
NASCA.- El francés Cyril Despres y el español Marc Coma se han enfrascado en una partida de ajedrez en las últimas etapas del Dakar, una batalla táctica en la que ganar una etapa prácticamente da por hecho ceder minutos en la jornada siguiente.
El galo lleva por ahora la delantera con algo más de dos minutos de ventaja en la clasificación, aunque con dos pilotos tan astutos y que se conocen tan bien el uno al otro, todo es posible hasta llegar a Lima el próximo domingo.
El movimiento de piezas empezó el lunes pasado, tras la polémica octava etapa entre Copiapó y Antofagasta en la que la organización del rally decidió rescatar a Despres del barro y le devolvió los ocho minutos que pasó atrapado en el fango.
Hasta ese momento, Despres dominaba con relativa tranquilidad la carrera y le sacaba casi diez minutos a su gran enemigo, que cometió un error de navegación en la tercera etapa.
Con Coma de nuevo líder con una estrecha ventaja y menos de la mitad del rally por delante, los dos pilotos del equipo KTM se convencieron de que el encargado de abrir la pista tiene todas las papeletas para perder al día siguiente la ventaja obtenida con el triunfo de etapa.
Esto porque la normativa del Dakar establece que el vencedor de etapa es el primero en salir la próxima jornada y los nueve pilotos siguientes salen cada dos minutos.
De este modo el ganador de la especial anterior tiene la responsabilidad de marcar la ruta, mientras que el segundo, que sale dos minutos más tarde, se encuentra con las huellas en el trazado y a menudo alcanza al que marcha en cabeza.
En la novena etapa, Coma fue el primero en salir al ruedo. Despres, que el controvertido día del fango terminó séptimo, salió doce minutos después.
Como era previsible el galo le arañó casi cuatro minutos al catalán y lo superó en la tabla, aunque eso lo condenaba a cargar con la pesada losa de abrir la ruta al día siguiente.
La décima jornada, entre Iquique y Arica, empezó como todos esperaban. Coma atrapó a Despres. Con dos minutos recuperados, ambos rodaron juntos, sin riesgos, conscientes de que tratar de atacar y dejar al otro atrás conlleva más riesgos que beneficios.
Pero ese día la fiesta de los dos contó con un invitado inesperado, el español Joan Barreda, veloz y arriesgado como pocos, que se sumó al dúo a medio recorrido y se adjudicó su primera etapa en un Dakar.
El triunfo de Barreda no modificó demasiado la estrategia de Coma y Despres de cara a la undécima entrega del rally. El español dio gas y dos minutos después el galo hizo lo mismo.
En un punto confuso en el libro de ruta Despres se encontró a Coma, que se había equivocado de camino y había dado media vuelta. Ya estaban los dos juntos de nuevo. Despres se pegó a la rueda de su rival hasta la llegada a la ciudad peruana de Arequipa.
Final de etapa y dos minutos de ventaja para el francés. Algo "previsible,” dijo Coma.
Lo que ayer era más imprevisible era que el español Gerard Farrés fuera como un tiro y terminara segundo entre los dos grandes favoritos.
La intervención de Farrés hace que hoy Coma salga cuatro minutos más tarde que Despres y tenga la posibilidad de recuperar el liderato si durante la etapa consigue acercarse al galo.
"Si Farrés termina segundo evidentemente no es bueno para mí. Mañana (viernes) será un día complicado, pero en el Dakar puede ocurrir de todo,” dijo ayer Despres.
Coma contará además con el apoyo del francés Johnny Aubert, su nuevo 'mochilero' tras el abandono de Juan Pedrero.
Por ahora el desenlace del Dakar es incierto. Habrá que ver hasta qué punto se cumple la lógica en la que Despres y Coma han confiado hasta el momento. El Dakar es un rally distinto, en el que hasta las estrategias mejor pensadas se van al traste en un segundo.