Un partido para la historia y el recuerdo.
AFP
MELBOURNE.- El Abierto de Australia tendrá el domingo la final más esperada, un duelo entre el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal para marcar desde el inicio del 2012 la temporada del tenis mundial.
El número uno del ranking se impuso este viernes al británico Andy Murray, cuarto del escalafón, por 6-3, 3-6, 6-7 (4-7), 6-1 y 7-5 en una batalla de cuatro horas y 50 minutos.
El partido, que era una reedición de la final del pasado año, fue una maratón de excelente nivel de tenis, una intensidad máxima, un desgaste físico y mental increíble, pero Murray acabó pagando caro el cuarto set que regaló al balcánico.
Comenzó mandando en el partido Djokovic ante un británico algo nervioso en los primeros juegos, que no encontraba la forma para jugar bien los puntos importantes, y que cedió la primera manga por 6-3.
Parecía que el serbio comenzaba a encarrilar el partido cuando arrancó con un 2-0 el segundo set, pero Murray no se descompuso y volteó el marcador pasando a mandar por 4-2, para terminar ganando por 6-3 ese parcial.
En el tercer fue todo dramatismo y con tintes antológicos. Ambos jugadores deleitaron a los aficionados con puntos increíbles en un set intensísimo que duro casi una hora y media, que terminó en manos de Murray por 7-6 (4).
Sin embargo, la cuarta manga fue sorprendente. Djokovic renació de sus cenizas, se reencontró con su saque y el escocés desconectó del partido facilitando la tarea de su rival, que igualó las acciones con un 6-1.
En el set definitivo, Djokovic estaba más en el partido que su rival. Un quiebre en el sexto juego le puso en una situación inmejorable cuando sirvió con 5-3 para ganar. Pero el partido aún estaba para más emociones.
Murray llevó de nuevo el partido al juego físico y ahí recuperó sensaciones, del 2-5 pasó al 5-5 y dispuso de tres puntos de quiebre sobre el servicio de Djokovic, pero el número uno subió su nivel y tras mantener su saque cerró el choque con un quiebre para decretar el 7-5 final.
En la final de nuevo se verá las caras con Rafael Nadal con quien disputará de manera consecutiva su tercera final de Grand Slam y al que venció en sus últimos seis enfrentamientos.