El calvario de Nicolás Massú parece no tener una salida

VIÑA DEL MAR.- Nicolás Massú ha tenido grandes batallas y triunfos en su carrera. Sus rivales lo tildan como “guerrero” o un “gran luchador” dentro de la cancha, pero esa imagen se ve cada vez más lejana. Un ejemplo de esta triste realidad se vio en la arcilla del torneo ATP de Viña del Mar ante el argentino Federico Delbonis, quien no debió esforzarse mucho para derrotarlo por un cómodo 6-0 y 6-3.

El viñamarino salió cabizbajo del Court Central del Club Naval de Campo Las Salinas, sin mirar a nadie, con la vista pegada al piso entre la oscuridad de una de las noches más negras y tristes de su ilustre carrera.

Gesticuló, gritó, se lamentó, de todo hizo en la cancha, pero nada se asemejó a lo que hace en los entrenamientos, donde la historia es diametralmente distinta a la que demuestra cuando juega un partido en serio.

En las prácticas se le ve animado, contento, bromista, corrigiendo errores y preguntándole detalles a su técnico Andrés Schneiter. En la noche fría del martes nada de eso sucedió. Cuando empezó a errar y ser superado por su oponente, el viñamarino no pudo enfocarse y terminó siendo presa fácil de Delbonis.

El doble campeón olímpico de Atenas a pesar de eso es honesto y confesó que como nunca antes se lo habían comido los nervios en una cancha de tenis. “Fue más fuerte que yo”, graficó en una de sus frases, mientras miraba con la vista perdida y aún preguntándose lo que pasó en la cancha.

Aunque descartó el retiro inmediato (lo decidirá a fin de año), el viñamarino por primera vez deslizó la opción del mismo, como ya calibrando lo que vivirá en este 2012, que ya comenzó muy mal para él.

La maldición en casa sigue viva

Massú tiene un gran registro en el torneo ATP de nuestro país, con dos finales (2006 y 2007) y una semifinal en 2003. Sin embargo, desde aquella definición que cedió ante el peruano Luis Horna que no logra ganar un partido en la ciudad jardín.

En 2008 fue el argentino Sergio Roitman quien dio cuenta del viñamarino por 6-7, 7-6 y 6-1 en su estreno en Las Salinas.

Un año más tarde fue el trasandino Agustín Calleri el que lo dejó fuera del torneo por 7-6 y 6-1 sin mayor apelación.

Luego fue Juan Mónaco el que lo sacó en Chicureo el 2010, con un cómodo 6-3 y 6-4. Mientras que un año más tarde, fue el desconocido brasileño Caio Zampieri el que cortó el camino del viñamarino.