En 1996, llegó Wenger al Arsenal.
Agencias
LONDRES.- Arsene Wenger sigue creyendo que es el hombre adecuado para dirigir al Arsenal, pero los rumores sobrevuelan en el Emirates Stadium, ante la perspectiva de una séptima temporada seguida sin títulos.
El francés, que lleva al frente del club londinense desde 1996, vio el sábado como su equipo quedaba fuera de la Copa inglesa en los octavos de final, sólo tres días después de caer 4 a 0 ante el Milán, en la ida de la misma ronda de la Liga de Campeones.
Sólo una milagrosa reacción en la vuelta en Londres el miércoles, podría mantener vivas las esperanzas de levantar un trofeo este curso. Así las cosas, los trascendidos de que el tiempo de Wenger habría expirado persisten, aunque el técnico sigue manteniendo la fe en si mismo pese a la derrota del sábado en la FA Cup ante el Sunderland.
"Debemos asumir las críticas, enfrentarlas y permanecer juntos", dijo el entrenador, que agregó que "es muy difícil decir dónde nos lleva esto y qué haremos. La única respuesta es seguir unidos y luchar", indicó Wenger.
El Arsenal es cuarto en la Premier League inglesa, lo que le da acceso a la próxima Champions, pero está en plena pelea por ese lugar con Chelsea, Newcastle y Liverpool. Si no entra entre los cuatro primeros, la posición de Wenger se vería seriamente amenazada.
Para los dirigentes del Arsenal, destituir al hombre que transformó al club de un tambaleante gigante venido a menos, en un equipo con un estilo de juego referencial sería un paso muy atrevido.
Además como si las cosas no estuvieran complicadas al interior del club, la prensa de Inglaterra se encarga de buscarle sustitutos. Para "The Mail on Sunday", el Arsenal está considerando la posibilidad de trasladar a Wenger a las oficinas superiores, para que desempeñe un papel de dirección y piensa en intentar convencer a Josep Guardiola, técnico del Barcelona, para que reemplace al francés en el banquillo.
