Morante pena en la zaga azul. El ecuatoriano aún no ha podido debutar oficialmente con la casaquilla de la U.
El Mercurio
SANTIAGO.- Los números de Universidad de Chile durante el segundo semestre de 2011 fueron impresionantes: ganaron en Uruguay, Brasil, Argentina y Ecuador consecutivamente. Se proclamaron campeones invictos de la Copa Sudamericana y sólo perdieron un partido en el Torneo de Clausura, entre otros récords.
Todos esos datos estadísticos no hubiesen sido posibles sin un aspecto fundamental en el juego universitario: a la U costaba mucho convertirle.
De hecho, considerando los dos campeonatos que jugó el "Chuncho" durante la segunda parte del año pasado, el cuadro de Jorge Sampaoli permitió que le anotaran en 20 oportunidades, en 35 partidos disputados, lo que se traduce en 0,57 goles de promedio en contra. Bajísimo.
A comienzos de año, los azules vieron partir a Marcos González al fútbol de Brasil, con lo que perdieron a uno de los estandartes de la zaga laica, no sólo en lo futbolístico, sino que también en lo grupal. ¿Más? El refuerzo que llegó a reemplazar a "Lobo del aire", el ecuatoriano Eduardo Morante, no ha podido debutar oficialmente con la camiseta de la U por una rebelde lesión muscular.
Coincidencia o no, la no presencia de un indiscutido "último hombre" se ha traducido en mayores goles conquistados por los rivales del monarca chileno. Y es que en lo que va corrido de año, tanto en la Copa Libertadores como el Apertura, el cuadro estudiantil ha permitido un promedio de 1,5 goles por partido. Ya está dicho, el 2011 la U recibió 20 goles en 35 cotejos y este año, en sólo 6 duelos ha recibido 9, casi la mitad de lo permitido en todo el semestre anterior.
Números más o menos, lo cierto es que la zaga azul se ve más feble, con algunos groseros errores defensivos y a ratos atisbos de inocencia en las marcas a los rivales.
Por ahora, la línea de tres de Sampaoli varió sólo en el último partido disputado ante O'Higgins, donde el argentino dispuso a Matías Rodríguez, Osvaldo González, José Rojas y Eugenio Mena en la zaga de cuatro hombres. Antes, González, Rojas y Albert Acevedo habían compuesto la zona defensiva.
Precisamente, Acevedo fue el hombre llamado a ser el líbero de los azules durante los primeros duelos de la U. Si bien el jugador demostró gran coraje, esfuerzo y algunos pincelazos, no logró convencer como el defensor central que el León necesita. El ex jugador de O'Higgins no da la solvencia que sí exhibió, por ejemplo, Marcos González en el segundo semestre de 2011. A ratos se observa perdido y el ímpetu le juega varias veces una mala pasada.
Con total seguridad, en la cabeza de Sampaoli aparece el nombre del ecuatoriano Morante cada vez que a los azules les convierten. Y es que el entrenador argentino tiene considerado al futbolista extranjero como el pilar de la defensa universitaria. El hombre llamado a corregir y afirmar a sus compañeros de defensa, que curiosamente, tanto José Rojas como Osvaldo González, han visto disminuido su nivel.
