Kevin Silva y el Maratón de Santiago: “Me emociona correr algo que me truncó la vida”

SANTIAGO.- El domingo 3 de abril del 2011 iba a ser un día especial para Kevin Silva en ese entonces de 14 años. Sería parte del Maratón de Santiago. Pero su suerte cambió muy temprano. El menor salió de su casa en Lo Espejo y cuando estaba en un paradero, cerca de su domicilio, su vida cambió. Un vehículo intentó adelantar a un bus del Transantiago y el conductor perdió el control de éste, impactando al joven en plena vía pública.

Producto del accidente, Kevin perdió sus dos piernas. Pensó que nunca más volvería a correr, pero la vida le ha dado una nueva oportunidad. Con piernas ortopédicas y una silla de ruedas especial para competir, 365 días después, retoma ese viaje que había dejado inconcluso. Será parte de la corrida 10k Varones Discapacitados Motores del Maratón de Santiago 2012. Y lo hace con expectativas: "llegar dentro de los 100 primeros lugares", dice.

"Siento nervios y es todo difícil, me emociona mucho saber que voy a correr algo que me truncó la vida, y a medida que pasan los días me pongo más ansioso, pero me distraigo con otras cosas como en el colegio”, cuenta emocionado el joven.

Y no se ha tomado con frialdad su regreso al Maratón. A pesar de sus problemas se ha preparado duro, trabajando fuerte para lograr sus objetivos. 


Todos los días, a las ocho de la tarde inicia una rutina de entrenamientos, la que llega a durar casi tres horas. Sus prácticas consisten principalmente en acomodarse a la nueva silla que recibió el pasado jueves 15 de marzo, y que le permitirá poder participar de forma más profesional, ya que su nueva herramienta es de titanium, por lo tanto mucho más liviana que una normal, más rápida, pero difícil de controlar.

En esta tarea no ha estado solo. Es su madre la que se ha llevado gran parte del peso de su trabajo diario. Ella lo acompaña a cada entrenamiento y vive de cerca el regreso de su hijo al Maratón.

"Yo trato de hacerlo sentir bien, a pesar que él no se queja, pero le digo que es una etapa que tiene que pasar, tiene que pensar cosas buenas y comenzar a dejar todo lo que sucedió en el pasado", confesó Brenda Toledo, la madre de Kevin.

La progenitora del chileno que paseará la antorcha olímpica en Londres, en mayo próximo, a pesar de todo ve con entusiasmo el progreso de su hijo. "Para mí es una felicidad, ya que le ganó a la muerte, pero al mismo tiempo, que vuelva a correr en el Maratón es una preocupación extra, porque es volver al lugar donde casi perdió la vida", dice con un tono de emoción.

Kevin competirá en su categoría con otras 500 personas en condiciones similares y espera esta vez finalizar el Maratón con los brazos arriba, la deuda pendiente que tiene.