Erwin Valdebenito, el atleta que será lazarillo de 47 discapacitados en el Maratón

SANTIAGO.- La historia de Erwin Valdebenito ya es común para muchos. Tiene 48 años y vive en la comuna de San Bernardo. Todos los días se levanta a las 04:45 de la mañana para correr 23 kilómetros hasta su trabajo en el centro de Santiago.

Tiene a su haber varios récords y un sinnumero de premios y maratones ganados. Además, se ha impuesto varios desafíos y no ha desentonado, como en la Teletón, cuando corrió 12 horas seguidas para ayudar en la obra comandada por Don Francisco.

Pero ahora, este carismático "corredor", como le apodan en la calle, está por vivir un día quizás más especial, fuera de las medallas y los podios. Junto a sus 47 alumnos discapacitados participará en el Maratón de Santiago 2012. Él lo hará como una especie de lazarillo.

"Este evento es algo distinto, si bien no es primera vez que hago este papel, es una situación que me genera orgullo. Estar con las personas que todos los días entrenan y aprenden algo a pesar de sus diferencias físicas me produce alegría", dice el atleta.

Este método del lazarillo consiste en ir junto con otra persona atados a un cordel donde los movimientos del brazo son los guías. Así por ejemplo, si un ciego debe virar hacia la izquierda, Valdebenito empuja su codo hacia adentro de su compañero, o si hay alguna imperfección en la calle, alza su brazo para indicar que se debe levantar la pierna.

Cuando se refiere a las personas que entrena se emociona, porque ve en ellos superación, esfuerzo, y motivación para vencer a la adversidad. Muchos de estos casos lo conmueven, pero con satisfacción los saca adelante.

"A una persona con discapacidad le hago un trabajo de motivación, le converso harto hasta que se convence de entrar al grupo de 47 que practicamos en el Parque Forestal. Así les va gustando esto y van perdiendo el miedo, porque muchos llegan con susto y no saben a lo que se enfrentan", agrega.

Todo este grupo de personas, que sagradamente entrena todos los días durante dos horas, será parte del Maratón. 26 de ellos dirán presente en la Corrida (10K), 16 en el Medio Maratón (21K) y cinco en la prueba más grande, los 42K.

Realizando esta labor, Erwin siente que le está devolviendo a la vida todo lo que ésta le ha entregado. Asegura que cuando niño sus padres no tenían todos los días para darle de comer. Por eso, reconoce, que "fácilmente pude ser un drogadicto".

"Uno va conociendo personas en el camino, por eso todo lo que hago es darle al prójimo todo lo que me han dado a mí. Mi misión es entregarle a los más necesitados todo lo que tengo", cierra.

La corrida de sus alumnos

Marta Hernández y Carlos Calixto son dos de las personas que entrenan a diario en el Parque forestal con el "corredor". Para ella, todo esto es algo nuevo. Lleva sólo un mes dentro de la actividad, pero ya siente nervios por el desafío que se aproxima.

"Este es un desafío personal tremendo para mí, imagínate que ahora es como volver a ver de nuevo, pero de todas formas me asusta mucho lo que está por venir porque no sé si pueda llegar, es algo que me emociona mucho, porque demuestro que mis dolores o mi visión no son un impedimento, esto es ganarle a la vida", dice.

Marta de 57 años perdió la vista cuendo apenas tenía nueve. Es por esto que le genera tanta emoción poder competir en el Maratón, porque según reconoce, "quiero ser un ejemplo para todas las personas, que todos se atrevan a hacer algo, que digan que sí yo puedo con mi discapacidad, todos pueden".

En la misma línea se encuentra su compañero Carlos, quien con 44 años espera ansioso su tercer maratón. Para él, vivir esta experiencia es llenarse de orgullo y energía, aunque revela que siente miedo de participar.

"A pesar de haber corrido en otras pruebas aún así me sigo emocionando porque creo que este tipo de situaciones es una ventana para todos los deportistas, para que la gente sepa que a pesar de que somos diferentes podemos hacer las mismas cosas”, señaló en tono firme.

Sin embargo, Calixto se detiene por unos momentos para reflexionar sobre las condiciones que tienen los deportistas con discapacidad en el país.

"En Chile el conductor cree que es dueño de todo, no da la pasada, cuando uno va corriendo por la calle te lanza el auto encima, no me gusta ser mal pensado pero tengo los oídos muy agudos y sé cuándo pasa algo, entonces tengo que estar más preocupado de esas cosas que de correr”, sentencia.

Para el Maratón de Santiago, Carlos espera rendir como las ocasiones anteriores, pero esta vez no estará preocupado del tiempo, mientras que Marta espera disfrutar la nueva experiencia que está por vivir.