SANTIAGO.- Alexis Sánchez debutó oficialmente en el fútbol europeo en septiembre del 2008 vistiendo la camiseta del Udinese. Tres años más tarde llegó al FC Barcelona, el club más importante del mundo en este momento y el cuadro que está marcando la pauta en la actualidad, siendo el modelo a seguir de todos los que gustan del buen juego.
Pero antes de alcanzar este presente glorioso, Sánchez debió bregar y mucho en Italia, país al que llegó como un completo desconocido y en el que terminó siendo elegido como el mejor jugador de la temporada 2010/11 por el diario "La Gazzetta Dello Sport".
De esta forma, el delantero fue evolucionando antes de convertirse en el crack que hoy se codea con Lionel Messi, Xavi, Andrés Iniesta y compañía en la escuadra de la ciudad condal.
Evolución futbolística en Italia
Al llegar a la península itálica, Sánchez era un diamante en bruto, pero que aún tenía diversos aspectos que mejorar. En Cobreloa mostró muchas condiciones innatas, las cuales exhibió intermitentemente en Colo Colo y River Plate. Por eso, después de comprarlo en 2006 a la institución de Calama, Udinese lo envió a estas dos estaciones previas antes de disfrutarlo en plenitud, pero su gran explosión no ocurrió hasta la temporada anterior.
En un principio Sánchez era muy individualista y le costaba adaptarse a las exigencias de la alta competencia. Su juego era muy impredecible, era capaz de sacarse jugadores con facilidad, pero su falta de disciplina táctica y precipitación lo hacían perder muchos balones, lo que le impedía ganarse un lugar como titular en el Calcio. La primera temporada jugó 42 partidos entre Liga, Copa y Europa League, pero en menos de la mitad fue titular y sólo señaló tres goles.
Al año siguiente fue entendiendo mejor los requerimientos de un elenco europeo y adquirió una base muscular más sólida para aguantar el esfuerzo de jugar contra rivales potentes. ¿El resultado? 36 encuentros entre todas las competencias y seis anotaciones.
Finalmente, en la campaña 2010/11 tras el Mundial de Sudáfrica, Sánchez mostró que el diamante estaba un paso de pulirse completamente. En 30 encuentros en la temporada, anotó 12 goles y se convirtió en el socio ideal de Mauricio Isla por la banda, además se convirtió en la pareja perfecta de Antonio di Natale con quien conformó la mejor delantera de la Serie A italiana, la que impulsó al Udinese a terminar en el cuarto puesto de la tabla y la clasificación a la Liga de Campeones de Europa.
Ahora en Barcelona todos esos progresos se han están haciendo realidad, de la mano de Josep Guardiola (que lo tiene entre sus preferidos) y unos compañeros de equipos que también ayudan a que el chileno vaya avanzando en todos los aspectos del juego.
Alexis se mueve con comodidad por todos los sectores del ataque, actúa como centrodelantero como si fuera un potente ariete de un metro noventa, se tira metros atrás para juntarse con los volantes y es un gran socio de Lionel Messi, el émbolo de la escuadra.
Incluso, su progreso en la definición es evidente y seguramente seguirá creciendo en este aspecto donde tiene un amplio margen para mejorar. Además, su golpe de cabezazo es un arma desestimada en el arsenal de Sánchez, al ser pequeño pocos lo toman en cuenta como un peligroso rematador, pero ya ha demostrado con creces que puede hacer como lo enseñó en el último triunfo ante Getafe (4-0), en el cual marcó dos tantos, llegando a 13 en la temporada, su máxima realización anotadora en Europa.
Su progreso en cancha
En su primera temporada en la Serie A, prácticamente no podía jugar los partidos completos, ya que el esfuerzo físico a sus 19 años era muy complicado para él.
Además, enfrentar defensas más cerradas y fuertes lo obligó a convertirse en un jugador completo, no tan pegado a la raya como sucedía en Chile y Argentina, donde se instalaba en el sector derecho a hacer filigranas convirtiéndose en un futbolista más efectista que efectivo.
Durante las últimas campañas debió aprender jugar por todo el frente del ataque, a desplazarse sin balón y aguantar más la pelota para darle un respiro al equipo, cuestión que en Udinese cumplió a la perfección.
También fue capaz de dosificar esfuerzos. Antes corría de más para recuperar balones y aprendió a hacer eso cuando lo pedía la acción y sólo cuando era necesario, para no desgastarse más de la cuenta, un punto que el nacional aprendió a golpes, ya que por esa exigencia extrema sufrió algunas lesiones en el club catalán y que le valieron incluso los retos de Guardiola en el encuentro ante el Sporting de Gijón a comienzos de marzo.
Fuerte en lo fisico
Una de las mayores virtudes de Alexis Sánchez es su estructura física. El delantero trabajó fuerte en este aspecto desde pequeño y por eso ha podido soportar las duras marcaciones de los zagueros europeos. Ya a los 15 años jugaba en Primera División sin mayores problemas, por eso no le costó mucho tiempo para adaptarse a una exigencia mayor.
En Udinese logró continuidad recién en su segunda temporada, cuando su cuerpo se acostumbró plenamente a su nueva forma, la cual desarrolló tras un fuerte trabajo con los preparadores físicos del club de Friuli.
Así, Sánchez pudo adaptarse sin problemas a jugar dos encuentros a la más alta exigencia en una misma semana y también aprendió a convivir con las lesiones que sufrió debido al apretado calendario del fútbol mundial.
Desarrollo mental
Sin duda que este es el aspecto que más ha mejorado Sánchez en Europa. Recién llegado al Viejo Continente le costó convivir con las frustraciones de no poder rendir al igual que en Sudamérica, siendo parte de dos mundos completamente diferentes.
Además, cuando no salían las cosas, el tocopillano solía molestarse y caía en altibajos de rendimiento durante ciertos períodos, sin poder explotar su máximo nivel.
Ya más maduro, pudo mostrar ese potencial en Udinese, lo que generó el interés de Josep Guardiola en el Barcelona, principal sostén de su arribo a la institución de la ciudad condal. Allí, el mis entrenador ha sido un factor fundamental para que el ariete haya sido capaz de controlar de mejor forma sus emociones y se convierta en un futbolista más firme en lo anímico.
Fuera de la cancha
Siempre muy tímido, Sánchez nunca fue muy dado a expresar sus reales emociones y evadía los medios por medio a exponerse más de la cuenta.
Pero su carácter de crack lo hizo modificar esa actitud y poco a poco se le ve más desenvuelto e incluso ya sacó chapa de líder en la selección nacional, en la cual se avizora como uno de los jugadores que más ascendencia tiene en el resto de sus compañeros.
Una historia que aún está por completarse, porque seguramente Alexis Sánchez seguirá creciendo mucho más debido a su perseverancia y ambición de convertirse en el mejor del mundo algún día.