MUNICH.- Una mirada a la historia deja absolutamente claro que no existe amor entre Bayern Munich y Real Madrid, que el martes reanudarán su rivalidad cuando se midan en las semifinales de la Liga de Campeones del fútbol europeo.
El azar de los sorteos había asegurado una tregua de cinco años entre los dos gigantes, que entre ambos suman 13 títulos en el certamen más importante del continente. Sin embargo, la paz se acabará el martes cuando se vean las caras en el estadio Allianz Arena, en Múnich, sede del partido de ida.
Será la quinta semi entre ambos en la máxima competición europea de clubes y ofrece al Real Madrid, que en el ámbito local está cerca de ganar la liga, la ocasión de dar al Bayern un pésimo cierre de temporada.
El equipo bávaro prácticamente resignó sus posibilidades de ganar el título en la Bundesliga alemana y ahora lucha por dar continuidad al sueño de jugar la final de la Liga de Campeones en su propio estadio.
Hay una lista interminable de ingredientes que calientan la previa de un encuentro con una historia marcada por violentos antecedentes, reyertas y muchas tarjetas rojas. El entrenador del Bayern, Jupp Heynckes, y el delantero holandés Arjen Robben tienen una motivación extra para este duelo, ya que ambos abandonaron el Madrid por la puerta trasera.
Heynckes fue el técnico que puso fin a 32 años de espera por la Copa de Europa cuando dirigió al conjunto "merengue" en la temporads 1997-98, no obstante lo cual fue destituido del cargo. Por su parte, Robben fue casi expulsado del club madrileño cuando el presidente Florentino Pérez le dijo que ya no lo quería.
Los comentarios previos al duelo de la Liga de Campeones han sido los de siempre, con jugadores, entrenadores y directivos mostrando el habitual respeto por el adversario y restando importancia a viejas rivalidades.
"Hay muchos elementos que tenemos que tener en consideración en un partido como este, el primero de ellos es la historia del Bayern", dijo el director de Relaciones Institucionales del Madrid, Emilio Butragueño.
"Ellos son un gran club con un gran orgullo y saben que esta es probablemente su última ocasión de terminar la temporada en alto, sin mencionar el hecho de que la final es en su estadio. Como profesionales y como equipo ellos querrán demostrar lo que valen y darán lo máximo contra el Real Madrid", agregó.
Butragueño mismo conoce bien la disputa que existe entre ambos clubes, ya que el ahora directivo jugó para el Madrid en la década del 80.