La nueva cancha que hará su estreno.
Madrid-Open.com
MONTECARLO.- Después de que el Masters 1000 de Montecarlo finalizara con el predecible triunfo de Rafael Nadal, los principales tenistas del mundo están por afrontar algo totalmente diferente cuando lleguen a Madrid para jugar por primera vez sobre polvo de ladrillo azul en dos semanas más.
El tenista de Manacor, que el domingo puso fin a una serie de siete derrotas consecutivas ante el número uno del mundo Novak Djokovic para adjudicarse el título en Montecarlo, se mostró preocupado por el cambio de color de la superficie en el inicio de las seis semanas de temporada sobre polvo de ladrillo.
El Masters 1000 de Madrid se disputará del 6 al 13 de mayo y antecederá al Masters de Roma, que tendrá lugar la semana siguiente y será la antesala del Abierto de Francia, que empieza el 27 de mayo en Roland Garros.
"Madrid y Roma están seguidos. Madrid es el único torneo que se juega con altura y ahora ponen un polvo de ladrillo de otro color. No puede haber mucha diferencia entre Madrid y Roma", dijo Nadal, quien el año pasado perdió las finales de ambos eventos a manos del serbio Djokovic.
Aunque el cambio al color azul podría tener sentido en una perspectiva de mercadeo -el azul es el color que identifica al principal patrocinador del torneo, Mutua- y porque organizadores dicen que también permite ver mejor la pelota a los espectadores, Nadal indicó que la historia del evento era lo más importante.
"Este torneo es grande por la historia que hay allí", subrayó el español. "Los mejores jugadores de la historia jugaron en esta cancha", agregó.
En tanto, el escocés Andy Murray, campeón en Madrid en el 2008, se mostró inseguro respecto a si el cambio de color de la superficie daría resultado.
"El momento es lo que lo hace difícil para los jugadores", señaló Murray. "Nunca he jugado antes en polvo de ladrillo azul. No tengo idea de cómo va a funcionar la superficie. Así que va a ser una nueva experiencia", añadió.
Murray también dijo que el polvo de ladrillo azul "hace al torneo único y un poco diferente, lo que es bueno para el circuito".
Por su parte, Djokovic, quien buscará su cuarto título consecutivo en torneos del Grand Slam cuando llegue a Roland Garros, declaró que se necesitaban cambios para mejorar el circuito y para tener sedes más atractivas, pero aclaró que pensaba que los tenistas no eran escuchados cuando se trataba de hacer grandes modificaciones.
"Hasta donde yo sé, de la mayoría de los principales jugadores con los que hablé, nadie está de acuerdo. Nunca jugué en polvo de ladrillo azul. Rafa tampoco. Roger (Federer) tampoco. Si los mejores jugadores no están de acuerdo con eso, para mí no tiene sentido", manifestó el número uno del mundo.
"Va a ser interesante pisar el polvo de ladrillo azul, pero definitivamente hay una regla en la ATP por la que el presidente puede tomar decisiones sin que los jugadores estén de acuerdo", comentó.