El defensa y capitán del Manchester City, Vincent Kompany, celebra su gol ante el United.
AP
LONDRES.- A dos jornadas para el final de la liga inglesa, el Manchester City, donde milita el volante chileno David Pizarro quien no fue citado para el lance, recuperó este lunes el primer puesto en la tabla al superar por 1-0 a sus vecinos del Manchester United, en un derbi eléctrico que da paso a uno de los finales de temporada más apretados de los últimos tiempos en Inglaterra.
Los locales pudieron ampliar su ventaja en el tramo final del duelo, pero fue un gol de cabeza a la salida de un córner al filo del descanso del belga Vincent Kompany el que dio a los "citizens" tres puntos que les sirven para empatar a 83 con los "diablos rojos", que quedan segundos por la diferencia de goles.
El título se quedará este año en Manchester, si bien los seis últimos puntos del campeonato decidirán si viaja hacia el Etihad Stadium o bien hacia Old Trafford.
Para resolverlo, el United recibirá al Swansea, primero, y visitará al Sunderland, después, dos rivales de media tabla asequibles a priori, mientras que el City tendrá que desplazarse a Newcastle, uno de los cuadros más poderosos de la Premier League, y se medirá en casa al QPR en la última jornada.
Esta noche, el City se encontraba ante su última oportunidad de mantenerse en la lucha por un título que no gana desde 1968, y el técnico italiano Roberto Mancini no escatimó recursos para buscar la victoria.
Los argentinos Carlos Tévez y Sergio "Kun" Agüero atacaban en punta, apoyados, una línea por detrás, por el español David Silva y el francés Samir Nasri.
Por su parte, el escocés Alex Ferguson, que lleva 26 años en el banquillo de los "diablos rojos" y ha ganado la Premier en 12 ocasiones, planteó, como viene siendo habitual esta temporada, un dibujo conservador en el que el inglés Wayne Rooney era el encargado de los goles en solitario.
El United funcionaba a base de latigazos en los primeros compases y fabricaba ocasiones por medio de rápidos contragolpes, si bien estaba más centrado en desbaratar una y otra vez las triangulaciones de un City que parecía partido por la mitad, incapaz de ponerse en contacto con sus delanteros.
Los de Mancini dominaban las estadísticas de control del balón, pero se mantenían la mayor parte del tiempo en zonas del campo que no inquietaban al guardameta español del United David De Gea, más allá de ciertos destellos de talento por parte de Silva y compañía que lograban levantar de sus asientos a los aficionados del Etihad.