SANTIAGO.- Fue una temporada de ensueño para Arturo Vidal en su estreno en el fútbol italiano. En menos de un año, llegó a la Juventus, se convirtió en titular, marcó goles importantes, jugó en todos los puestos y se coronó campeón invicto de la Serie A. Un guión de película, pero que se hizo realidad, debido a su esfuerzo y constancia en una de las ligas más difíciles del planeta.
Esto significa un hecho especial, ya que se convirtió en el futbolista chileno más exitoso en su arranque en el Calcio, superando claramente a otros nacionales que también tuvieron cierto éxito en la península itálica, como Iván Zamorano, Marcelo Salas, David Pizarro o Luis Jiménez, quienes también supieron levantar varios trofeos con sus equipos.
A la mayoria de los jugadores nacionales les cuesta un par de temporadas para engranar y encontrar su espacio en la península. Sin embargo, éste no fue el caso para el ex Bayer Leverkusen, que de inmediato se ganó la confianza del entrenador Antonio Conte y se convirtió en titular desde el comienzo.
Esta temporada, Vidal jugó 33 de los 38 partidos de la Serie A (2271 minutos disputados) más uno de la Copa Italia, en los cuales marcó siete tantos, toda una marca para un jugador que no es delantero. Conquistó el "Scudetto" de forma invicta y además está en la final del torneo copero, donde podría alargar aún más su palmarés si la "Juve" se corona ante el Napoli de Eduardo Vargas.
De esta forma, el jugador nacido en Colo Colo completó el mejor debut de un chileno en Italia y en la comparación con sus antecesores de cierto éxito en la península, saca clara ventaja en las cifras.
Zamorano tuvo un tibio inicio
Ivan "Bam Bam" Zamorano arribó en la temporada 1996/97 al Inter de Milán desde el Real Madrid por US$10 millones y su arranque fue muy complicado.
Jugando en la Serie A tuvo 31 presencias y marcó sólo siete tantos (la misma cifra de Vidal), terminando junto al elenco que dirigía Roy Hodgson en el tercer puesto del torneo, que lo clasificó a la Copa UEFA, campeonato que ganó en la campaña 1998.
En la Copa Italia jugó seis partidos y anotó cuatro tantos, alcanzando las semifinales del campeonato, donde fueron eliminados por el Napoli.
Pero el dolor más grande de Zamorano en su primer año en Italia fue en la Copa UEFA. Actuó en diez partidos y se matriculó con dos tantos en la campaña que terminó con el Inter en la final del torneo, la que perdió por penales ante el Schalke 04, incluyendo un penal desperdiciado por el chileno, que le había dado la victoria en los 120 minutos a los "neroazurros".
Salas estuvo a un paso de la gloria
Marcelo Salas arribó al Calcio en la temporada 1998/99 para jugar por la Lazio, que pagó US$17.500.000 por su pase a River Plate.
Si bien el "Matador" conquistó títulos menores con el club romano en su primera temporada, no pudo quedarse con el "Scudetto" cuando tenía todo para hacerlo.
En su debut oficial como titular, conquistó la Supercopa italiana ante la Juventus en Turín por 2-1.
Pero fue en la Serie A donde lució todo su potencial. Salas jugó 30 partidos y rompió las redes en 15 ocasiones, convirtiéndose en el goleador del equipo y estableciendo la mejor marca goleadora de un chileno en Italia. Sin embargo, perdió protagonismo en la última parte del certamen y la escuadra celeste tras sacar hasta seis puntos de ventaja cedió el título ante el AC Milan en la última fecha.
En Copa Italia, disputó siete encuentros y anotó cinco goles, pero el equipo cayó en cuartos de final justamente ante el Inter de Zamorano.
En competiciones europeas, Salas si pudo festejar. Tras una excelente campaña, Lazio se llevó el título de la Recopa de Europa (que disputaban los campeones de la Copa de país) tras derrotar en la final al Mallorca de España por 2-1. En esa campaña jugó seis pleitos y tuvo tres conquistas, en su primer trofeo continental con los celestes.
Pizarro sufrió y debió volver a Chile
La historia fue diametralmente distinta para David Pizarro en su arribo al Calcio italiano en la campaña 1999/2000, tras un gran Sudamericano Sub 20 por la "Roja".
El Udinese fue su destino desde Santiago Wanderers, pero su primer año fue casi de adaptación y sólo actuó en cinco partidos y cuando el torneo ya estaba sentenciado.
Un año después estuvo sólo en la primera parte del certamen (jugó cuatro veces) y fue enviado a préstamo a Universidad de Chile durante la primera parte del 2001.
Tras ese envión volvió a Italia y desde entonces no paró más. Se convirtió en figura en el Udinese desde la campaña 2001/02, para luego jugar en el Inter y brillar en la Roma.
Jiménez tuvo que esperar
Por su parte, Luis Jiménez, el otro chileno que se coronó en el Calcio, en su primera temporada no jugó partidos en la Ternana, a la que llegó con apenas 17 años desde Palestino y sin debutar en Primera División.
Sólo hasta su tercera campaña (2003/04) recién tuvo continuidad y pudo desarrollar su juego que luego lo llevó a pasar por Fiorentina, Lazio, Inter de Milán, West Ham United, Parma y Cesena en Europa.
De esta forma, Arturo Vidal rompió el mito que los chilenos deben adaptarse un par de años al difícil fútbol italiano. El "guerrero" y "capitán Garfio" de la "Vecchia Signora" como Julio César, vino, vio y venció en la península en su primer año.
