Incidentes aislados se registraron antes y después del clásico universitario

SANTIAGO.- Una jornada sin mayores sobresaltos fue la que se vivió en el Estadio San Carlos de Apoquindo en cuanto al ingreso y salida de los hinchas que llegaron en masa a ver la victoria de Universidad Católica sobre Universidad de Chile.

Las puertas del recinto se abrieron a las 09:00 de la mañana, instante donde los fanáticos de ambos equipos comenzaron a llegar poco a poco en completo orden.

Tranquilidad que se rompió en la Avenida Las Flores donde hinchas de ambos elencos que iban en los buses de la locomoción colectiva, se enfrentaron con piedras siendo rápidamente controlados por Carabineros.

Mismo escenario se repitió en otras de las calles que rodean al recinto cruzado, una de ellas fue República de Honduras, donde se produjeron incidentes entre los forofos de ambas escuadras que no pasó a mayores. 

Donde sí hubo preocupación para Carabineros fue en el acceso de los hinchas azules, quienes insinuaron una especie de banderazo con bombas de ruido, las mismas que detonaron al interior del estadio y que estuvo a punto de suspender el partido cuando el cronómetro recién indicaba los 15 minutos del primer tiempo.

A pesar de esto, la intendenta de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez  señaló que "hay un cambio cultural en la gente que cuando entiende que no hay que venir con objetos contundentes todo es distinto. Cuando eso pasa, Carabineros no interviene", sentenció la autoridad.

A la salida la cosa fue similar, intercambio de palabras entre los hinchas, que no pasaron a ninguna situación de gravedad, gracias a que la barra de los azules se mantuvo cerca de una hora al interior del recinto, lo que facilitó la evacuación de los locales.

De esta forma, la seguridad pasó la prueba, considerando que en la fecha anterior, cuando la Católica goleó a Cobresal en su estadio, fanáticos cruzados se enfrentaron con Carabineros en el sector de estacionamiento en protestas por el Plan Estadio Seguro que impulsa el Gobierno.