PARÍS.- No hay duda. Rafael Nadal es el rey de la arcilla. Y este lunes marcó historia, tras vencer en la final de Roland Garros a Novak Djokovic, alcanzando con esto su séptimo trofeo en París, superando el récord del sueco Björn Borg.
El español venció al número uno del mundo en cuatro sets 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5 en un partido que se pudo cerrar recién este lunes después de la suspensión del domingo, debido a la lluvia.
En el momento en que se decidió parar el duelo, Djokovic dominaba el partido. Después de haber perdido los dos primeros sets, había levantado, llevándose el tercer parcial y en el cuarto ya estaba con un quiebre a su favor.
El duelo se fue 2-1 en favor del serbio en la cuarta manga. Y al regreso este lunes, de inmediato Nadal impuso sus términos. Rompió de entrada e igualó el set. De ahí en adelante no se quebraron hasta el último game, cuando el español apuró y puso en aprietos al 1 del planeta, quien cometió una doble falta en su último punto del match y la victoria para el hombre récord en París.
Con este resultado, el vencedor superó la plusmarca de seis que compartía con Borg, y frustró a su rival en la ocasión en su intento de ganar los cuatro grandes torneos de manera consecutiva.
Estos dos jugadores son los que más se han enfrentado entre ellos en los últimos años (desde 2006) en el circuito ATP y, en 33 partidos, contando el de esta final, domina el mano a mano el dos del orbe por un estrecho 19-14.
En lo que se refiera a los torneos del Grand Slam, la diferencia es aún mayor a favor del balear, 11-5, y mientras éste los ha ganado todos, a su rival le falta precisamente el Abierto francés.
