Romario en su momento más glorioso: campeón del mundo en Estados Unidos 1994.
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PARÍS.- El ex futbolista brasileño Romario de Souza dio una extensa entrevista sobre su carrera e hizo reveladores confesiones.
En una entrevista publicada este lunes en el diario francés "L'Équipe", el ex atacante realizó un análisis profundo de lo que fueron sus gloriosos años de carrera.
Romario, famoso por sus salidas nocturnas, reivindicó además su fama de noctámbulo como práctica heterodoxa pero eficiente para lograr sumar más de un millar de goles como profesional.
"No me merecí todo lo que logré. Nunca me comporté como un profesional, nunca fui un atleta. Era sólo un jugador de fútbol. No dormía nunca como debía, no comía como un deportista, siempre llegaba tarde, no me entrenaba a fondo todos los días, no respetaba los descansos... pero metí 1.002 goles", bromeó el carioca.
Fue la herencia genética y un "don" divino lo que le hizo pasar a Romario a la historia como uno de los mejores futbolistas de Brasil, dijo el ex delantero, quien disfruta de la leyenda de conquistador que siempre lo acompañó, aunque confiesa que no conoció tantas mujeres como goles marcó.
"Desgraciadamente no llegué a esa cifra. No tuve tantas proposiciones. Disfruté de las mujeres, pero es una leyenda pensar que salí con más de un millar. Pero bueno, a mi edad, es agradable escucharlo. Pero actualmente, ya se me pasó. Soy feliz con mi maravillosa esposa", dijo entre risas.
No obstante, Romario sigue disfrutando de las incursiones nocturnas, aunque acompañado de su señora. "Sigo amando la noche. Salgo, teniendo en cuenta mis responsabilidades. Me gusta salir, escuchar hip-hop, funky, ver gente guapa. Mi esposa comprendió que es mejor salir conmigo que quedarse sola en casa", relató.
"En Barcelona, cuando empecé a salir, los aficionados exigieron que parase. No salía, pero no metía. Entonces se manifestaron en la calle para que volviera a salir de noche, y marqué 1002 goles. Lo necesitaba. La noche es parte de mi vida, me da energía. Pero atención: no fumo, no bebo alcohol y nunca he tomado drogas", explicó.
El ex delantero entiende que la vida nocturna pueda ser perjudicial para algunos futbolistas, pero reitera que no era su caso. "Para algunos, la noche puede ser nefasta. Para mí era lo contrario. Lo mismo que el sexo. Para mí, era necesario, lo necesitaba, pero para otros no funciona. Igual si no hubiera salido, habría metido dos mil goles. Pero bueno, mil está bien, ¿no?", concluyó.