El volante Charles Aránguiz es consolado por sus compañeros tras la eliminación de la Copa Libertadores.
El MercurioSANTIAGO.- Camarín silente, jugadores tristes y familiares acongojados. Es el resumen del post partido en que Universidad de Chile fue eliminada en semifinales de Copa Libertadores luego de igualar 0-0 ante Boca Juniors en el Estadio Nacional y caer 0-2 ante los xeneizes en La Bombonera.
Y es que hace tiempo que los azules no masticaban el sabor de la derrota. De hecho, en tres de los últimos cuatro campeonatos que habían disputado (Torneos de Apertura y Clausura en 2011, además de la Copa Sudamericana del mismo año) habían gritado campeón. La excepción fue la Copa Chile. Por eso la eliminación del torneo continental dolió. Y mucho. En el seno del plantel existía la fuerte convicción de revertir la llave ante los argentinos y, de una vez por todas, acceder a la final del torneo continental de clubes.
Sin embargo, la historia –y Boca- quisieron otra cosa. El libro de Sampaoli en la U no pudo seguir escribiendo hazañas y, al menos en el ámbito internacional, tampoco títulos. Los jugadores lo sintieron profundamente.
"Teníamos mucha ilusión. El haber dejado todo en la cancha nos deja tranquilos, pero no conseguimos lo que queríamos y por eso nos vamos tristes", señaló una vez finalizado el compromiso Marcelo Díaz, visiblemente afectado por la eliminación.
Incluso, el propio presidente de la institución universitaria, José Yurazseck, expresó su pesar por la despedida de la Libertadores: "Pensamos que podíamos ser campeones pero al final es sólo uno. Estamos tristes", aseguró el mandamás de Azul Azul.
De todas formas, el capitán del elenco laico, el defensa José Rojas aseguró que "el grupo se tiene que fortalecer, tenemos otra chance el domingo para dejar todo en la cancha". Esa "otra chance" que menciona "Pepe" es Colo Colo. Y a eso apuntan ahora en el cuadro azul.
"Este equipo tiene un corazón inmenso, y no tengo dudas que vamos a jugar con la misma intensidad (ante Colo Colo) que la que mostramos ante Boca", advirtió el entrenador Jorge Sampaoli una vez consumado el empate que dejó fuera de la Libertadores a su escuadra.
Ahora, desde este mismo viernes, el cuerpo técnico de los universitarios se dedicará a levantar el ánimo del plantel. "No quedarse con las manos vacías" será la consigna de los hombres a la cabeza del equipo de la U.
En esa línea y a pesar del dolor por la eliminación, Osvaldo González avisó que "ya está, ya nos quedamos fuera y ahora no tenemos más que pensar en el domingo. Ahí estará nuestra gente y dejaremos todo en la cancha".
Eso es lo que quiere Sampaoli junto a sus escuderos: Que, a pesar de lo difícil que pueda ser, el equipo dé vuelta rápidamente la página y se ponga a pensar en la revancha frente a su archirrival. Los jugadores están dolidos y no quieren quedarse con las manos vacías. Ahí, los más experimentados del plantel quieren hacerle sentir a los más jóvenes y nuevos que es cierto eso de que "el león herido ruge más fuerte".