Nicolás Castillo, el delantero de la UC que juega "como hincha"

SANTIAGO.- La historia de Nicolás Castillo y la Universidad Católica tiene capítulos para todos los gustos. Llegó a los 12 años al club de sus amores y viajaba desde Renca hasta San Carlos de Apoquindo todos los días para entrenar. Pero no sólo eso, los fines de semana también se trasladaba hasta la precordillera con otros intereses: alentar a la escuadra de la franja en la barra durante los partidos del primer equipo.

Una historia muy particular que congrega diversas particularidades que el mismo jugador, quien tiene recién cumplidos los 19 años, cuenta a Emol.

La barra de Renca

Castillo asistía al estadio desde pequeño junto a sus amigos de barrio, quienes forman una de las facciones de la barra cruzada, "la de Renca". Seguían al equipo jugara éste en Santiago o provincias.

"Iba a la barra desde muy pequeño, soy hincha fanático de la UC desde muy chico, es algo increíble vivir este momento actual", confiesa el potente atacante, quien declara con sinceridad que "juego como hincha".

"Me reflejo mucho en el hincha cruzado de la galería, donde estuve durante muchos años. Trato de llevar ese sentimiento a la cancha, de luchar todas las pelotas, de meter y jugar bien, y obviamente de ganar los partidos luchando hasta el final, que es lo que se trata esto", afirma con decisión al agregar que "juego por mi gente, siempre lo hago por ellos".

Sostiene además que "ellos siempre se prepararon para estos momentos. Están más felices que yo porque juego en la UC, en el club de toda nuestra vida. Se juegan todo por ir a verme, van afuera de Santiago, al hotel de concentración, es una conexión muy especial y me pone muy feliz que esto suceda".

Incluso, hay veces cuando no juega que vuelve a estar con sus amigos para alentar a la UC, salen del barrio como siempre con banderas y camisetas, pero ahora sí con una particularidad. Sus compañeros de barra lo cuidan más, lo rodean para que nada le pueda ocurrir.

Primeros pasos complicados

Subió al primer equipo en el 2010 con Marco Antonio Figueroa de entrenador, pero sólo recién en el 2011 tuvo participación con Juan Antonio Pizzi y luego con Mario Lepe. Sin embargo, este último determinó que volviera a las cadetes por problemas extrafutbolísticos, una situación que comenta "asimiló con el tiempo".

"Estoy muy feliz y aprovechando las oportunidades que me han entregado. He trabajado mucho para esto, he pasado cosas malas y también momentos buenos en el fútbol, pero ahora quiero aprovechar lo que estoy viviendo", confiesa.

"Tuve buenos y malos momentos en juveniles, pero jugaba harto y me subieron al primer equipo por mi rendimiento. Luego me bajaron por un problema que tuve y eso me molestó mucho. Me costó asumirlo, pero lo logré, fue una buena decisión a la larga y por eso pude llegar donde estoy ahora", se sinceró.

Ya es profesional

El joven Castillo ya es uno más del plantel cruzado. Con Mario Lepe y Andrés Romero tomó la camiseta de titular y se proyecta como una carta fija del club para una próxima venta. Él lo toma con naturalidad y se pone metas muy alcanzables en el corto plazo.

"No me fijo en las diferencias de técnico, no me importa mucho eso. Yo sólo me dedico a trabajar y acatar órdenes, no importa quién sea el entrenador", dice sobre los cambios de DT en los cruzados.

Sobre su ingreso en el plantel explica que "me aconsejan bastante los jugadores mayores, como (Cristián) Álvarez o (Nicolás) Trecco, pero más bien son consejos futbolísticos, lo que debo hacer en la cancha y qué no hacer. Eso me da mucha confianza para sentirme más cómodo dentro de la cancha".

Además, ya sabe lo que es jugar en clásicos, lo hizo ante Colo Colo en Copa Chile el año pasado y también en el reciente duelo ante la U en el Apertura. "Marcar un clásico me puso muy feliz, lo venía buscando y lo encontré, siempre fue un motivo especial hacerlo", señala.

Futuro esplendoroso

El delantero ya tiene en la mira el fútbol europeo, donde confiesa que le gustaría jugar en el Milan de Italia, al igual que su ídolo Zlatan Ibrahimovic.

Pero también quiere ganarse un lugar en la "Roja". Ya es parte fundamental de la Sub 20 que dirige Fernando Carvallo (marcó dos goles en el triunfo 2-1 sobre Estados Unidos en el último amistoso) y estuvo en la convocatoria de la última fecha clasificatoria ante Venezuela, donde compartió con su otro referente: Humberto Suazo.

Con la llegada de Martín Lasarte a la banca cruzada, Castillo pretende convertirse en titular indiscutido y como dice uno de sus numerosos tatuajes en su piel seguirá: "luchando por un sueño".