Reconoció su frustración.
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SANTIAGO.- Johnny Herrera salió este viernes a explicar sus sentimientos tras su frustrada partida a River Plate.
Y se mostró complicado el portero, debido a que estaba entusiasmado con la idea de partir a Argentina, un fútbol que veía desde pequeño y soñaba jugar ahí.
"Reconozco que anduve medio amurrado estos días, porque la U no quiso negociar con River, pero pasan los días y se me quita. Fue una gran oportunidad, y que yo quise, pero ahora debo defender mi casa, y seguiré luchando como siempre lo he hecho", dijo el jugador.
Agregó además que pensó que la final ante O'Higgins era su último partido con la escuadra azul, porque ya sabía del interés del elenco millonario.
"Sabía al término del campeonato de la opción, pero eso estaba sujeto al acuerdo entre los clubes y pensaba que se podía dar. Pensé que ese era mi último partido y quería darle una satisfacción a los hinchas. Igual eran sentimientos encontrados, el hecho de dejar tu casa, el amor de tu vida, era difícil".
Reconoció que otras veces había recibido ofertas, pero ni siquiera quiso hablar con los clubes. Esta vez fue distinto, porque "era una oportunidad de jugar en un equipo que me forjé admirando cuando Salas jugaba ahí. Si revisan entrevistas anteriores siempre dije que me gustaría jugar en el fútbol argentino. Para mí era un desafío que quería tomar, llegar a un cub donde partía de cero, una oportunidad importante de hacerme un nombre en un país donde se vive el fútbol como yo lo vivo".
Aprovechó de exculpar de todo a la directiva. "El presidente actuó como hincha. Mis amigos son casi todos de la U y me pedían también que no me fuera. Hasta el portero de mi edificio habría cerrado las puertas para que no saliera".
El arquero azul se dio tiempo también para bromear y decir que "(Omar) Labruna habría estado contento que me fuera", dijo entre risas.