El campeón de natación Ian Thorpe quiere sacar ''ventaja'' con la tecnología.
AFP
CANMEBRRA.- Recorridos virtuales para los ciclistas, cuartos que simulan altitud o sensores en el fondo de la piscinas son algunos e los métodos de última tecnología de los que se han beneficiado los atletas australianos en Canberra, antes de viajar a Londres en busca del oro.
Desde fuera, el Instituto Australiano del Deporte (AIS) no es más que un campus normal, Pero dentro de sus muros de hormigón, en sus piscinas y otras instalaciones se 'han fabricado' algunas de las mayores estrellas del deporte del país, como el campeón de natación Ian Thorpe.
Aquí, por ejemplo, los ciclistas de la prueba en ruta del equipo australiano han preparado la cita del 28 de julio ante una pantalla de plasma.
Para llevar a a cabo el plan, bautizado 'Deja vu 4', varios corredores locales participaron en agosto de 2011 en un experimento que les llevó a recorrer el circuito de la prueba olímpica provistos en sus bicicletas de sensores, cámaras, GPS y otros aparatos para reproducir con exactitud el recorrido, registrar la potencia necesaria en cada golpe de pedal o calcular los porcentajes de desnivel.
El resultado fue que los corredores pudieron completar la prueba docenas de veces desde hace un año, dentro del AIS de Canberra, ante una pantalla que muestra imágenes precisas del circuito inglés en una bicicleta programada para reproducir los desniveles del mismo.
Según David Martin, fisiólogo de este programa, el simulador otorga a los ciclistas una confianza sin precedentes. "La utilización de la tecnología puede suponer la diferencia entre el tercero y el cuarto, o entre la segunda plaza del podio y el título de campeón olímpico", explicó.
El nadador Tommaso D'Orsogna ha preparado su participación en la carrera de relevos 4x100 metros en la piscina del AIS, que cuenta con decenas de cámaras para capturar cada movimiento desde todos los ángulos, así como sensores en la la salida y en las paredes para medir la fuerza aplicada por los competidores en cada viraje.
"La técnica se ha convertido en una parte fundamental, especialmente en carreras como los 100 metros libres. En un relevo, se tiene una salida y una vuelta, por lo que debemos hacer todo lo posible por no perder tiempo, se puede lograr ahorrar mucho tiempo", sostuvo D'Orsogna a la AFP después de un entrenamiento.
Los nadadores y los participantes en otras disciplinas también cuentan con el cuarto de simulación de altitud para mejorar su puesta a punto. Esta herramienta, que permite a los atletas ampliar sus glóbulos rojos y el oxígeno al máximo, es fundamental en Australia, un país cuya cumbre más alta se encuentra a 2.228 metros.
El cuarto es un dormitorio formado por 14 camas que se encuentra en el corazón del AIS, un lugar que permite a los atletas "vivir en altitud y entrenar al nivel del mar", pasando las noches en unas condiciones que se asemejan a las que se dan a 3.000 metros de altura.
Michael Roger, campeón paralímpico de 800 metros, ha pasado por este cuarto, donde se recomienda estar 14 horas al día durante periodos que van de siete jornadas a un mes."Los resultados que he obtenido en los últimos tres años, después de seguir este protocolo, son muy positivos", señaló Roger.
El director del AIS, Matt Favier, declaró que "las herramientas tecnológicas han avanzado a la velocidad de la luz" pero recalcó que este es "sólo un ingrediente en la receta para optar a una medalla de oro".
Favier reconoce que espera que la aportación del AIS sirva para que Australia termine en cuarto lugar del medallero, "(puesto) que se jugará en una o dos medallas de oro", añadió el director de las modernas instalaciones.