Comenzó tenso, pero terminó feliz.
ADO ChileLONDRES.- Antes de comenzar su rutina en el suelo, Tomás González hizo una especie de ritual este domingo en la final de la especialidad. Palmoteó con los brazos caídos por delante de su cuerpo, como queriendo botar nervios.
Y es que la tensión previa a su participación en la ronda de los ocho mejores de su deporte fue su compañera en las últimas horas, sobre todo porque fue mucho el tiempo que pasó entre la ronda de clasificación y la serie que daba las medallas.
"Es una semana, es mucho, entonces hay demasiado tiempo para pensar cosas", reconoce su entrenador Yoel Gutiérrez.
Lo más complicado para el deportista fue la noche previa donde admite se despertó varias veces pensando en su actuación de este domingo en el North Greenwich Arena de Londres.
En la mañana se levantó muy temprano, desayunó y estuvo todo el rato acompañado por su kinesióloga, Daniela Fingerhuth, que es con quien más ha hablado durante su estadía en Londres.
Almorzó temprano también, a las 11:00 de la mañana, porque como la competencia era a las 14:00 horas de Inglaterra, preparó todo con anticipación.
El día previo a la competición recibió sólo el cariño de su madre, quien lo visitó "para saludarlo por el día del niño, él es todavía mi niño", dijo la mamá del gimnasta, Marcela Sepúlveda, quien a la vez que agrega que "a pesar de estar acá (Londres) no hemos querido hacer nada distinto, para no sacarlo de su concentración habitual, por eso no he estado con él".
El propio deportista admitió que fue tediosa la semana de espera. "Hubo tensión esta semana, además de ansiedad, porque es mucho el lapso de tiempo entre la clasificación y la final, es muy larga la espera", dijo el deportista, quien dedicó estos días a trabajar fuerte su segundo salto, el más débil en su primera presentación de esta especialidad.
Como la final de salto es este lunes, el mejor gimnasta de la historia de Chile no tendrá mucho tiempo entre una prueba y otra, lo que a estas alturas para él y su cuerpo técnico, es lo más óptimo. "Sólo después de eso botaremos toda la tensión acumulada", cierran.