MILAN.- El brasileño Kaká se ha convertido en árbitro de su eventual retorno al Milan, que le impuso reducir los 12 millones de euros que percibe en Real Madrid como condición para su regreso.
"Esa es una cifra que Milan no puede pagarle", afirmó el vicepresidente Adriano Galliani antes de partir para Estados Unidos, donde el equipo italiano jugará mañana en el Yankee Stadium de Nueva York un amistoso con el equipo "merengue".
La ocasión servirá para un encuentro con Florentino Pérez, presidente del club español, en el que se hablará de la eventual transferencia del brasileño, en una situación difícil debido a la escasa estima que le profesa el DT portugués José Mourinho.
"Yo lo que no quiero son problemas, si Kaká se queda me sentiré contento, lo mismo que si se va y es feliz en el destino que elija", afirmó Mourinho, con palabras que han sido definidas como "poco felices para motivar a un jugador".
Kaká sabe que figura solo marginalmente en los planes del técnico, que en la última Liga Española lo utilizó (y casi nunca como titular) sólo 27 veces, la mitad de los partidos que hizo jugar, siempre desde el minuto inicial, a Cristiano Ronaldo.
Esto ha colocado al brasileño en una situación difícil, pues si Mourinho lo margina como reserva le hará correr el riesgo de perder su puesto en la selección de Brasil que disputará como local Mundial 2014 y en la que el técnico Mano Menezes ya ha probado en su rol a otros jugadores.
Medios brasileños aseguran que ni Kaká, ni su entorno familiar están muy entusiasmados con que el jugador tenga que disminuir casi a la mitad sus ingresos, ya que en los actuales tiempos de crisis el club italiano no le podría pagar más de 6-7 millones de euros anuales.
Difícil parece también que Real Madrid, que pagó por su pase 65 millones de euros en 2009, se haga cargo de parte de su salario, situación que lo acerca al francés París Saint Germain, que expresó interés en él y donde el director deportivo es su compatriota Leonardo, ex Milan también.