El accidente en Bélgica.
EFE
MONZA.- El español Fernando Alonso (Ferrari), que el pasado domingo vio recortado su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al sufrir un accidente en la salida del Gran Premio de Bélgica, provocado por el francés Romain Grosjean (Lotus), intentará recuperar este fin de semana en Monza, sede del GP de Italia, lo que el destino le quitó en Spa-Francorchamps.
Grosjean -que salía octavo- se tocó con el inglés Lewis Hamilton (McLaren) -séptimo- y ambos se llevaron por delante al Sauber del mexicano Sergio Pérez -cuarto- y al Ferrari de Alonso -quinto-, que, a pesar del enorme contratiempo deportivo sufrido, tuvo la suerte de salir indemne del accidente y de, como él mismo señaló, poder subirse al coche este fin de semana en Monza.
La acción temeraria de Grosjean -que se disculpó con Alonso por 'sms', según explicó el doble campeón mundial asturiano durante un coloquio de su escudería con internautas- le supuso una multa de 50.000 euros y la sanción de una carrera de suspensión, que cumplirá en Italia, donde lo sustituye el belga Jerome D'Ambrossio, probador de Lotus, que la pasada temporada pilotó un Marussia.
Tras la decimocuarta victoria en F1 del inglés Jenson Button (McLaren), Fernando -que en 2009, durante su segunda etapa en Renault, compartió equipo con Grosjean durante siete Grandes Premios- encabeza el Mundial con 164 puntos, 24 más que el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) -segundo en Spa-Francorchamps- y con 32 sobre el compañero australiano de éste, Mark Webber. Que, a su vez, le saca un solo punto al finés Kimi Raikkonen (Lotus), que en Bélgica firmó el sexto podio de la temporada.
Quinto, con 117 puntos -16 más que su compañero, que es sexto-, está Lewis Hamilton, cuya actitud, aireando a través de 'twitter' diversas cuestiones internas, no invita a la paz social dentro de McLaren, que partirá, no obstante, entre las favoritas al triunfo en el Gran Premio de Italia, junto al de Gran Bretaña el único que nunca ha faltado en un calendario de un Mundial de Fórmula Uno.
La prueba se disputará, como es habitual -con la excepción de 1980, cuando, debido a unas obras se corrió en Imola- en el Autódromo Nacional de Monza, inaugurado en 1922. Un circuito de 5.793 metros en el que se alcanzan las máximas velocidades de la temporada y al que el domingo está previsto que se den un total de 53 vueltas, para completar un recorrido de 306,7 kilómetros.
En el que el que más veces (cinco) ha ganado es el alemán Michael Schumacher (Mercedes), el 'hombre-récord' de la Fórmula Uno, con siete títulos y 91 victorias. Y donde tanto Vettel -ganador en 2008 (con un Toro Rosso) y el año pasado-, como Alonso -vencedor en 2007 (con McLaren) y en 2010- buscarán su tercera victoria.
Superadas las molestias de espalda que reconoció tras el accidente de Spa, el doble campeón mundial asturiano anunció que se encontraba bien y “listo al 200 por ciento” para Monza, una pista que exige bajísimos niveles de carga aerodinámica y en la que, al igual que en Spa, se rodará con neumáticos de compuestos medios (reconocibles por la raya blanca) y duros (plateada).
En la que el otro español en pista, el barcelonés Pedro de la Rosa, celebrará su Gran Premio número 100 en Fórmula Uno.
Después de debutar con Arrows, en 1999, y tras competir con Jaguar, McLaren -con la que obtuvo, en 2006 su mejor clasificación al acabar segundo en Hungría- y Sauber; De la Rosa capitanea desde este año la escudería española HRT, que aportará la nota exótica al convertir a Ma Qing Hua, en el primer entrenamiento de mañana, viernes, en el primer chino que pilota un monoplaza en la categoría reina.
El mexicano Sergio Pérez (Sauber), una de las revelaciones de la temporada, al que la irresponsable maniobra de Grosjean también dejó fuera de combate en Spa, será otro de los que buscará resarcirse en Monza, donde Pastor Maldonado (Williams), único venezolano que ha ganado una carrera de F1 -la de mayo, en Montmeló-, perderá diez puestos en parrilla por dos infracciones cometidas en Bélgica: cinco por su salida en falso y otros cinco por colisionar con el monoplaza del alemán Timo Glock (Marussia).
Pero el que más hambriento afrontará la decimotercera prueba del Mundial será, sin duda, Alonso, que ansía su tercer título, el primero con Ferrari. El accidente de Spa le privó de igualar la mejor racha histórica de Schumacher y puntuar por vigésima cuarta vez consecutiva. Y en vez de aumentar su ventaja al frente del campeonato, la vio reducida.
En la pista del Parque Real intentará agradar a la afición de Ferrari buscando su victoria 31 en Fórmula Uno -igualando la cuarta marca histórica, del inglés Nigel Mansell-, la decimonovena de la 'Scuderia' en su feudo. Tras Barcelona y Valencia, Alonso volverá a correr en casa. Apoyado por un público incondicional que, gracias a él, escucha su himno nacional por los circuitos del orbe, en un Mundial sin pilotos italianos. Monza será, de nuevo, un hervidero.