SANTIAGO.- Miércoles 5 de septiembre 11:45 horas, en la previa del duelo de la selección chilena frente a Colombia por las Clasificatorias sudamericanas. Desde el segundo piso del complejo deportivo Juan Pinto Durán se ve al técnico Claudio Borghi conversando amistosamente con un corpulento hombre de casi dos metros, calvo, polera blanca ajustada y jeans. El comentario de los periodistas que se encontraban en la sala de prensa del recinto fue uno solo: "es el guardaespaldas del 'Bichi'".
Pero se equivocaron. El hombre de presencia intimidante es Andrés Ayub, el primer chileno de lucha grecorromana en competir en unos Juegos Olímpicos (Londres 2012). Ese mismo que hoy es número uno de Sudamérica, medallista de plata en los Juegos Odesur, tres bronces panamericanos y 10 títulos nacionales. Ese que asegura ser "muy tranquilo" y que "nunca" ha peleado en la calle... ese es Ayub, un "muy buen amigo" del entrenador de la "Roja".
"Soy colocolino de toda mi vida y cuando Claudio llegó a dirigir al equipo nos hicimos muy buenos amigos y hasta el día de hoy lo seguimos siendo. Cuando podemos nos juntamos y nos damos tiempo para conversar de todo. Es un gran tipo y lo estimo bastante", cuenta a Emol este deportista de 30 años, quien come 6 mil calorías diarias y entrena todas las semanas en doble jornada.
Y como buen amigo Ayub presenció junto a Borghi el partido con los cafeteros, esto porque el adiestrador estaba suspendido y no podía sentarse en la banca. "Después de la derrota lo vi tranquilo pero obviamente triste, como todos. No hablamos nada y tampoco le comenté algo de la derrota, no correspondía... para qué".
Esa amarga tarde en el Monumental Ayub se retiró en una camioneta con Borghi y dos personas más. Nuevamente surgió el comentario: "Ahí va el 'Bichi' con su guardaespaldas". El luchador lo vuelve a aclarar: "Hace rato que vengo escuchando eso, pero están súper equivocados. Claudio no necesita guardaespaldas porque aquí en Chile lo quieren mucho. Es un muy buen amigo y como vimos el partido nos fuimos juntos".
"Luis Miguel pagaba pésimo"
Ayub cuenta que se dedicó por casualidad a la lucha grecorromana. "Tenía 15 años y el profesor de educación física de mi colegio era el técnico de la selección chilena de lucha. Un día me invitó a entrenar y aunque sólo quería hacer pesas, me dijo que tenía buena presencia física y que podía rendir. Después de ocho meses gané un Sudamericano y no paré más de luchar".
Y no ha sido fácil su carrera, pues señala que "como a muchos deportistas el apoyo económico ha sido un factor fundamental en el desarrollo de mi deporte. Tuve muchos problemas con la federación anterior. Desarmaron un proceso y destruyeron la lucha por estar nueve años en el poder. Ahora quieren volver a estar a cargo de la lucha, pese a que están muy cuestionados por irregularidades".
Agrega que "no fue una buena época cuando estuvo la federación anterior, ya que dejé de competir y comencé a trabajar como guardaespaldas. Me pasó de todo, pero lo peor fue cuando controlé la seguridad de Luis Miguel. Se pasó el tipo para complicado. No le podían sacar fotos, pedía puras cosas extrañas y además que pagaba pésimo...fue una mala experiencia".
Pero hoy está feliz y dice estar muy orgulloso de haber representado por primera vez al país en la lucha grecorromana en unos Juegos Olímpicos. "Fue lo más lindo que me ha pasado como deportista. Si bien no me fue como esperaba (perdió en su primer combate), el haber estado en Londres fue algo inolvidable. Ahora me voy a preparar con todo para conseguir mis metas, que son ganar oro en los próximos Juegos Odesur, en los Panamericanos y clasificar a Río 2016".
"Quiero masificar la lucha"
Por estos días Ayub se encuentra en pleno proceso de entrenamiento y también trabajando en su nuevo proyecto. "Estamos enseñando en ocho colegios de la Red Educacional Crecemos de Santiago la lucha grecorromana, ya que quiero masificar este deporte y que las personas que no lo conocen se den cuenta que no es violento".
Añade que "la lucha es de bastante técnica y fuerza. Nosotros les inculcamos a los chicos valores y no ser agresivos. Aunque a veces no me creen, yo nunca he peleado en la calle. Soy una persona muy relajada y si me pusiera a pelear con cualquier persona es probable que lo pueda matar... Eso no queremos que le ocurra a nadie, sólo que disfruten de este hermoso deporte".