Los seleccionados se autoimpusieron ganarle sí o sí a Argentina.
Marco Muga, El Mercurio
QUITO.- Dolió en el alma la derrota ante Ecuador en el plantel de la “Roja” de este viernes en Quito. El equipo nacional nunca se encontró en la cancha del Olímpico Atahualpa y sucumbió ante un cuadro local que logró revertir la historia que parecía positiva tras el autogol de Juan Carlos Paredes en el primer lapso.
El plantel abandonó la cancha muy desanimado, con la decepción de la cuarta derrota seguida ante la “Tri” como visita y por no mostrar un juego acorde a los pergaminos de esta escuadra que viene de disputar un Mundial, con la mayoría de sus integrantes en equipos de primera línea en Europa.
Por eso, el plantel se reunió tras el partido y la ducha en el camarín norte del Atahualpa en torno a un círculo para analizar el momento, previo al cotejo ante Argentina de este martes en el Nacional a las 21:05 horas.
Con la mayoría de los futbolistas muy afligidos y abatidos por el resultado, que dejó a Chile tras el término de la primera rueda en el quinto puesto con 12 puntos, ubicado en zona de repechaje, se analizaron las razones de este nuevo traspié, el cuarto en este proceso clasificatorio al Mundial de Brasil 2014.
Trascendió que en esa conversación, que duró cerca de 30 minutos, se vio al grupo de jugadores volviendo a decirse las cosas en la cara, juramentándose en cambiar la historia ante Argentina, porque las cosas comienzan a ponerse cada vez más difíciles.
Dentro de los puntos más complicados que se discutieron en esa junta fue que nuevamente hubo expulsados, algo que ya se está haciendo repetitivo en los últimos encuentros. También se tocaron los errores de concentración que volvieron a costarle caro al elenco nacional en momentos decisivos.
Se pudo ver a buena parte del plantel sentado escuchando atentamente las palabras de los líderes del plantel y también de Jaime Vera, ayudante de Claudio Borghi, el que también se vio muy desalentado por el resultado y el rendimiento del equipo en Quito.
Aunque el discurso externo indica que el equipo fue al frente, corrió bastante e hizo el mayor esfuerzo posible, adentro se sabe que el rumbo es el equivocado y que de esta manera costará mucho conseguir un cupo aunque sea en el repechaje.
Tras esta larga charla, el equipo se fue directamente al bus que lo llevó al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, donde emprendió rumbo a Santiago para preparar el choque del martes ante Argentina a las 21:05 horas en el Estadio Nacional.