SANTIAGO.- A los 16 años Natalia Matus se dio cuenta que ni el básquetbol, el tenis o el vóleibol (deportes tradicionales), eran lo suyo. Sus condiciones físicas y técnicas la llevaron, "por casualidad" a dedicarse a otra y muy distinta especialidad: el boxeo, un deporte que le cambió la vida y que hoy la tiene como la única seleccionada chilena de la categoría 60 kilos, que trabaja para llegar de la mejor forma a los Juegos Suramericanos Santiago 2014.
"Primero comencé con el kid boxer. Un día acompañé a un primo a entrenar y me gustó de inmediato. Empecé a competir y me fue bastante bien, pero lamentablemente me lesioné y estuve parada un tiempo. Cuando volví a retomarlo me di cuenta que por no ser un deporte olímpico poco futuro tenía, y fue ahí donde decidí cambiarme al boxeo", cuenta a Emol Natalia, de 22 años, quien a partir de marzo del próximo año espera retomar sus estudios de Ciencias del Deporte.
Pese a que muchas mujeres tildan el boxeo como "una disciplina violenta", Natalia asegura estar feliz con lo que practica y aclara que "depende de cada una si ves violencia en esto. En mi caso es un deporte que me entrega todo, me hace sentir una mujer plena y con los objetivos muy claros".
Señala que "existe mucho prejuicio por este deporte y sobre todo contra las mujeres que lo practican, pero la verdad que para mí eso no es un tema. Nunca me he sentido menospreciada, ni tampoco he recibido mal trato de algunos boxeadores".
Y agrega: "Siento que el boxeo femenino es igual que otra disciplina, y aunque muchos piensen que no es para nosotras, les puedo decir que en este deporte hay mujeres que golpean más fuerte que los hombres".
Natalia no lo dice en tono desafiante, sino que es tal la pasión que siente por el boxeo que lo defiende ante cualquier crítica. "Para mí esto es todo. Hay muchas que han llegado al Centro de Alto Rendimiento (lugar donde practica), pero se van por motivos sentimentales, se enamoran y los pololos nos las dejan entrenar. Si yo me enamoro mi polo tiene que aceptarme con esto, tengo claro que el boxeo no lo dejaré por nadie".
Dice que su gran fortaleza "es la perseverancia y el amor que siento por este deporte". Entrena de lunes a sábado en doble jornada y desde hace cerca de un año que trabaja con el técnico cubano Jesús Martínez. "Cada día me entregó al máximo para llegar de la mejor forma a los Suramericanos. Mi meta es lograr una medalla para Chile".
Y no se queda ahí: "Tengo claro que trabajando al ciento por ciento y compitiendo a nivel internacional voy a llegar muy alto, por eso confío en que estaré en los Juegos Olímpicos de Río, ese es el sueño más grande que tengo".
A diferencia de muchos deportistas, que tienen problemas para solventar su disciplina, Natalia cuenta que "la verdad que no me puedo quejar. La federación me entrega un viático y con eso me alcanza para mis cosas; además que con los viajes a los torneos han respondido siempre".
Antes de continuar con su fiel rutina de entrenamiento envía un recado: "Ojalá que muchas mujeres practicaran boxeo y se dieran cuenta lo bueno que es. También me gustaría ver a más boxeadoras en la selección…sería algo muy importante para este deporte".