Trasandino va por más...
Facebook TrasandinoSANTIAGO.- Era el 12 de septiembre de 2011. Un longevo equipo de la Tercera División del fútbol chileno, Trasandino, se iba a la Cuarta categoría del balompié nacional. Después de haber peleado el ascenso a Primera B el 2010, sufrían uno de los golpes más duros de su historia.
Pero vino una ayuda divina. A la ANFP se le ocurrió crear la Segunda División Profesional. Varios equipos de Tercera se fueron a esta nueva competencia, dejando a la serie con varios cupos por llenar. Sonó el teléfono en Los Andes. Trasandino era uno de los elegidos para llenar el vacío y se quedaba en la división.
Fue un momento clave para la directiva del conjunto verde que de inmediato se puso a trabajar para no volver a tropezar. Tan en serio se tomaron el desafío que armaron un equipo para pelear el ascenso a la Primera B. Y no sólo eso, el empujón les alcanzó para ser hoy el único equipo del fútbol amateur que sigue con vida en los octavos de final de la Copa Chile, torneo que enfrenta a equipos con y sin contrato profesional.
Con una planilla de no más de nueve millones de pesos, debieron enfrentar a escuadras de la Primera B y Primera A, varias de ellas, más que triplicándolos en costos de planillas. Pero no sólo tuvieron la gracia de clasificar entre los 16 mejores del certamen, lo hicieron como punteros del grupo 7, que además conformaban, Coquimbo, La Serena y Cobresal.
¿Cuál es el secreto? Responde su técnico, Hernán Sáez. “Esto tiene mucho que ver con el aspecto sicológico. No respetamos a ningún rival, o sea los respetamos como persona, pero en la cancha somos iguales todos. Con esa convicción salen estos jugadores y ahí los tiene”.
Un hombre que lleva décadas en el club, Wenceslao Villarroel, hoy coordinador de la institución de Los Andes, aporta desde la tribuna. “Somos un equipo de Tercera División, donde realmente se ve el amor propio por ganar a estos equipos que son más grandes y con mejores remuneraciones”, resalta.
El proyecto lo inició en el banco, Luis Abarca, ex jugador de Universidad de Chile, pero los resultados no llegaron como las exigencias y se optó por cambiar y miraron a Sáez quien lleva años radicado en Los Andes.
“Yo jugué en el mejor Vial de todos los tiempos, también en Cobresal, en equipos que nunca se achicaban con nadie, eso mismo trato de traspasar yo”, dice el DT, quien agrega que otra de las claves es tener un equipo compacto con jugadores jóvenes, mezclados con otros de experiencia.
“Acá tenemos a futbolistas que han pasado por equipos profesionales, incluso en el extranjero como Roberto Cáceres. También está Luis Jara, ex Católica, Camilo Ponce, el ‘Cachorro’ Juan Pablo Arenas, entre otros, además de muchos jugadores de cadetes, muchos de ellos ‘picados’ que encuentran acá una oportunidad de mostrar su vigencia”, aporta Villarroel.
El jugador que más gana en el equipo bordea los 500 mil pesos, pero hay algunos otros que no sobrepasan los 100 mil.
“Es que en este fútbol son pocos los que vienen a ganar plata, acá hay amor al deporte y la camiseta”, apunta el dirigente.
Pero la Copa Chile no es lo único que les preocupa hoy, porque además están clasificados para jugar la liguilla por el ascenso a la Primera B, con los equipos que optaron por estar en la Segunda División Profesional. No es lo único, porque además este jueves enfrentan a Linares por la final de la Tercera A, o sea para definir al campeón de la serie.
Están viviendo un sueño en Los Andes, el que buscaban hace años y que no vivían quizás desde los tiempos en que un joven Iván Zamorano vistió la camiseta del que antiguamente era Cobreandino.
Los hinchas del “Tra” saben les queda mucho camino por recorrer, aunque “por los menos algo de historia ya hemos hecho”, como recalca don Wenceslao al otro lado de la línea, mientras un hincha le pide una entrada para el duelo ante Linares. Es que el hombre hace de todo en el club. Al final, es un equipo amateur, de esos de pueblo, hoy inserto entre los grandes en Chile. Sólo para aplaudirlos…