MONTEVIDEO.- El clásico del fútbol uruguayo entre Peñarol y Nacional disputado ayer se saldó con 49 detenidos por disturbios en las inmediaciones del estadio, tenencia de drogas y por querer entrar con armas de fuego y barras de hierro al partido, informó hoy la Policía de Montevideo.
Según explicó el portavoz de la Policía, Pablo Ghan, el dispositivo de prevención diseñado por las autoridades para cubrir el evento permitió la detención de estas personas fuera del histórico estadio Centenario, un número "que no es exorbitante", y que se enmarca en una política de "disuasión" para prevenir incidentes.
La mayor parte de las detenciones se produjeron cuando la Policía interceptó en un barrio a las afueras de Montevideo a un autobús de seguidores de Peñarol que se dirigía al campo y que en la ruta había protagonizado incidentes con otros autobuses y habían mostrado actitudes violentas.
"Un inspector avisó a la Policía sobre lo que ocurría en la vía y fueron detenidos", indicó Ghan.
Tras registrar el autobús, las autoridades encontraron dos armas de fuego y varias barras de hierro, por lo que todos los viajeros quedaron detenidos.
Otras ocho personas fueron detenidas en diversos puntos de la ciudad.
Más cerca del estadio se produjeron incidentes menores tras "encontronazos" entre grupos de seguidores, que dejaron 16 detenidos. Uno de ellos, una mujer, además fue acusada de tenencia de estupefacientes. Todos los detenidos pasaron a disposición judicial.
"La Policía establece una fuerte medida preventiva en el entorno inmediato del estadio, donde se forma un anillo de protección y se cierra el tráfico. Además, también establecemos una fuerte presencia en toda la ciudad, particularmente en los medios de transporte que trasladan a la gente al estadio", explicó Ghan.
El portavoz señaló que, gracias a estas medidas, en los tiempos recientes no se han producido "incidentes graves" en los clásicos del fútbol uruguayo.
"Trabajamos en prevención y disuasión, pero hay que seguir trabajando en la cultura del respeto y tolerancia. Se trabaja en aspectos policiales, en la coordinación entre clubes e hinchas, agotando el diálogo, para que la policía no esté para reprimir sino para guiar y apoyar en distintas situaciones y tender puentes de ida y vuelta", indicó.
Un total de ochocientos policías de varias reparticiones participaron en el operativo de seguridad durante y después del clásico, que había generado una gran expectación debido a que para ambos clubes una victoria era determinante para sus aspiraciones en el torneo Apertura.
De ganar, Peñarol hubiera dejado prácticamente sin posibilidades al Nacional a falta de cinco jornadas para el final, mientras que para el Nacional sumar tres puntos era fundamental para mantener opciones al título.
Al final el partido, aburrido y soso, terminó con empate sin goles y no solucionó nada a ninguno de los dos históricos del fútbol uruguayo.