Ferrer derrota a Stepanek y coloca a España 1-0 en la final de la Copa Davis

PRAGA.- El español David Ferrer (N° 5 en el ranking de la ATP), gran baza del equipo español, venció por 6-3, 6-4 y 6-4 al checo Radek Stepanek (N° 37), este viernes en el partido inaugural de la final de la 100ª Copa Davis, cuyo título defiende el equipo ibérico, que así se colocó 1-0 en el marcador.

A continuación, Nicolás Almagro (N° 11) enfrenta al checo Tomas Berdych (N° 6), el gran crédito de los anfitriones para lograr un título que ganó una vez la ex Chescoslovaquia en 1980, mientras que los españoles buscan su sexta "ensaladera".

Ferrer realizó un sólido encuentro para sumar la séptima victoria ante Stepanek en diez duelos, la segunda este año después de la lograda en Madrid sobre tierra.

El banquillo español, reforzado por la presencia de Juan Carlos Ferrero, vibró con la actuación de Ferrer que con la victoria de hoy, la 75 de la temporada, iguala al serbio Novak Djokovic. En Copa Davis, Ferrer tiene ahora un balance de 22 triunfos por solo cuatro derrotas.

En una superficie en teoría más accesible al juego del veterano jugador checo, Ferrer impuso su seguridad ante la calidad de los golpes de Stepanek. Radek, con un paupérrimo porcentaje del 55 por ciento de primeros saques, no pudo defenderlo con garantías, y concedió 25 puntos de rotura, para cederlo en cinco ocasiones.

Ante la seguridad y calma del español, Stepanek tuvo que jugárselo todo en la red, un territorio que domina a la perfección confirmado con su cuarto puesto mundial en la clasificación de dobles, pero ahí apareció el mejor pasador del circuito, Ferrer, para "retratarle" continuamente y dejarle sin su mejor arma.

La clave del primer set fue el interminable sexto juego, de 24 minutos, en el que Ferrer minó la resistencia de su rival. No pudo quebrarle, pero Radek quedó tocado psicológicamente, porque además cometió dos dobles faltas.

Los padres de Stepanek, Hana y Vlastimil, su mujer la jugadora Nicole Vaidisova, semifinalista en Roland Garros en 2006, y Jana Novotna, campeona de Wimbledon en 1998, asistieron a la demolición del jugador de Karvina, que sólo fue capaz de robar el servicio de Ferrer en el sexto juego del segundo parcial y en el octavo del tercero, y que acabó desesperado, quejándose de la presión de las bolas y con un total de 46 errores no forzados.