SANTIAGO.- La carrera de Jorge Sampaoli tuvo muchos traspiés en sus inicios, muchas frustraciones y derrotas, antes de convertirse en uno de los directores técnicos más reconocidos de Sudamérica y que lo llevaron a la banca de la selección chilena.
Nació el 13 de marzo de 1960 en la localidad de Casilda en Argentina. Hizo las inferiores en Newell's Old Boys, el club de sus amores, pero una lesión de tibia y peroné culminó su carrera para siempre.
Por esto dedicó su tiempo a ser entrenador y desde temprano asombró por su pasión, deseo y ambición de triunfo. Cuando dirigía a un equipo de Casilda, se le prohibió la entrada a un partido y no encontró nada mejor que subirse a un árbol para seguir el duelo y dar las instrucciones.
Esa imagen fue publicada en el diario La Capital de Rosario, llamando la atención de Eduardo López, el polémico presidente de Newell's, quien lo llevó a la banca de Argentinos, club gerenciado por el club "leproso".
Perú, su primera estación
Desde ese entonces, Sampaoli empezó su carrera profesional como entrenador, la cual lo llevó a Perú, donde vivió diversos problemas. Llegó a dirigir a Juan Aurich en 2002 y al año siguiente arribó a Sport Boys, club donde ganaba apenas dos mil dólares y en el cual llegó a dormir en la Compañía de Bomberos del Callao debido a la pobre situación económica de esa institución.
Su impulso lo dio en Coronel Bolognesi donde entre 2005 y 2006 logró buenas campañas con el elenco de Tacna, al que llevó a la Copa Sudamericana, torneo en el cual puso en aprietos al Colo Colo de Claudio Borghi, haciéndose conocido para el medio nacional.
Finalmente, llegó al Sporting Cristal en 2007, antes de dejar el campeonato peruano para dar el paso definitivo a nuestro país.
O'Higgins, el aviso de lo que venía
En 2008, la directiva de O'Higgins presentó a Sampaoli como entrenador para ese año. El argentino presentaba un esquema de juego ofensivo, parecido a lo que mostraba Marcelo Bielsa en la selección, la cual llamó la atención del medio.
Al principio le costó implementarlo, pero a la larga lo hizo, llevando a O'Higgins al tercer lugar de la fase regular del Torneo de Apertura, con un fútbol lleno de vértigo y buen ritmo, con figuras como Carlos Carmona y Jean Beausejour. Pero, en los playoffs, Universidad de Chile los dejó en el camino en cuartos de final.
En el segundo semestre volvió a caer en esa fase ante Palestino, pero nunca perdió su forma y estilo de juego.
Sin embargo, en 2009, tras un pobre arranque en el Clausura y una estrepitosa eliminación ante Unión Española en los cuartos del Apertura, dejó su cargo, pero a la larga dejó su huella tanto en Rancagua como en el fútbol chileno, lugar al que volvería más tarde.
Emelec, a un paso de la gloria
Tras su paso por O'Higgins, Sampaoli llegó a Ecuador en 2010 para dirigir al Emelec de Guayaquil donde volvió a dejar huella. El equipo "eléctrico" tuvo una interesante actuación en Copa Libertadores, llamando la atención del continente por su propuesta de ataque.
Ganó la Primera Etapa del fútbol ecuatoriano, pero no pudo conquistar la corona anual, tras caer en una cerrada disputa con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.
Su paso por Ecuador es muy recordado por su estilo agresivo de plantear los partidos, ya forjando lo que vendría.
Universidad de Chile: Su consagración
El 15 de diciembre de 2010, Jorge Sampaoli fue presentado como entrenador de Universidad de Chile, reemplazando a Gerardo Pelusso ante la sorpresa de todo el medio que aseguraba a Diego Simeone como el elegido de la directiva de Azul Azul.
Al principio fue muy resistido por gran parte de la hinchada, incluso fue recibido con una corona de flores de parte de los hinchas azules al CDA. Además, su arranque en el Apertura no convencía. Pero el 11 de junio del 2011 todo cambió, porque en una final increíble venció a la UC y se quedó con el Torneo de Apertura. Desde allí forjó su leyenda.
En el segundo semestre tocó el cielo: Ganó la Copa Sudamericana con la U (primera corona internacional del club) de forma invicta y arrolladora, pasando por encima de todos sus rivales con un fútbol ofensivo y dinámico, digno de la escuela de Marcelo Bielsa.
Incluso, llamó la atención de todo el mundo e incluso se le comparó con el Barcelona por su manera de atacar y dominar los encuentros, y el prestigioso diario The Times alabó su "revolución táctica".
Ganó el Clausura de ese año y en 2012 agrandó aún más su figura obteniendo el primer tricampeonato de la U en el Apertura. Además, llevó a los azules a semifinales de la Copa Libertadores.
En resumen, reescribió para siempre los libros de historia del "Romántico Viajero" y ahora se prepara para hacer lo propio con la selección chilena, desde Rosario y desde Newell's, al igual que su espejo Marcelo Bielsa, el mismo que cambió el estilo del equipo nacional entre 2007 y 2010.