CARACAS.- Las probabilidades de una sucesión en la presidencia de Venezuela aumentaron tras una recaída del mandatario Hugo Chávez, quien desde 2011 lucha contra un cáncer, y los escenarios subrayan los riesgos de una transición en un país moldeado y gobernado durante 14 años por el controvertido líder.
Chávez conmocionó a la nación al anunciar que será operado en Cuba por una recurrencia del cáncer que le fue diagnosticado el año pasado y al pedir el apoyo de los venezolanos para el vicepresidente Nicolás Maduro como su eventual relevo.
El mandatario, que se había declarado curado dos veces de la enfermedad y se había resistido a delegar el poder durante sus frecuentes ausencias, habló por primera vez sobre la posibilidad de una sucesión desde que se le extirpó un tumor en la zona pélvica que ha sido tratado con quimioterapia y radioterapia.
"Si hubiese surgido algún resultado negativo (en exámenes previos), tengan ustedes la seguridad que yo no hubiese inscrito y asumido la candidatura presidencial", dijo Chávez el sábado.
A continuación, los principales escenarios políticos y electorales que podrían darse en los próximos meses:
Chávez se recupera y asume un nuevo período
El presidente Chávez se someterá a su cuarta intervención quirúrgica en La Habana desde que fue diagnosticado con cáncer en junio de 2011.
Pese a los pronósticos negativos, Chávez, que había gozado siempre de una salud de hierro, se pudo recuperar físicamente en varias ocasiones y reunió la fuerza necesaria para afrontar con éxito una extenuante campaña electoral entre julio y septiembre.
Si su equipo médico logra detener la enfermedad, el mandatario podría iniciar un camino progresivo a la recuperación mientras asume las riendas del país petrolero por seis años hasta el 2019.
Sin embargo, con una salud frágil, Chávez tendría que delegar en su gabinete buena parte de las múltiples responsabilidades que atiende y reducir su usualmente frenético ritmo de trabajo para cumplir con su tratamiento.
Salud de Chávez se debilita más tras la operación
Aún si el presidente afronta con éxito esta nueva cirugía, que fue sugerida con urgencia por su equipo médico, su salud podría seguir debilitándose, impidiéndole asumir un nuevo período el 10 de enero o terminar el mandato en 2019.
Tras nombrar al vicepresidente Maduro como su delfín para cualquier escenario de sucesión, el reto del chavismo radica en poder transferir a tiempo los votos de Chávez a su relevo para el momento en que sea necesario convocar nuevas elecciones.
La Constitución fija un plazo de 30 días para la convocatoria de nuevos comicios si se determina que el presidente está impedido para continuar.
Con el principal líder de la oposición, Henrique Capriles, buscando la reelección como gobernador del estado de Miranda, un oficialismo con Chávez en la retaguardia podría tener en el corto plazo cartas a su favor para medirse en unas nuevas elecciones presidenciales.
Chávez fallece en el corto plazo
Si la operación a la que se someterá el líder venezolano no resultara exitosa, se daría el escenario más complicado en la sucesión porque la Constitución delega temporalmente el mando en el presidente de la Asamblea Nacional, Diosadao Cabello, hasta que se convoquen a nuevas elecciones.
Si Chávez nombró a Maduro como su sucesor, al Tribunal Supremo de Justicia le correspondería decidir quién queda al frente de la nación durante la transición.
Con Chávez ausente, las pugnas latentes en el oficialismo podrían resurgir y con ellas las aspiraciones de varios políticos, complicando el nombramiento de un candidato para competir por la silla presidencial.
Bajo este escenario, una oposición que ha tenido dificultades en el pasado para elegir a un líder unitario podría tener posibilidades de ganar las elecciones sólo si sigue aglutinada en torno a una figura y si en los comicios regionales de diciembre logra mantener el poder en los estados clave.