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Federer cerró su gira por Sao Paulo jugando con la camiseta de la selección brasileña

El tenista suizo derrotó a Tommy Haas y ahora viajará a Argentina para continuar con su tour por Sudamérica.

10 de Diciembre de 2012 | 08:04 | DPA
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Así jugó Federer ante Haas en Sao Paulo.

EFE

SAO PAULO.- "En casa" y con el aliento incondicional de "su" hinchada. Así se despidió hoy de Brasil el tenista suizo Roger Federer, tras una breve pero intensa estadía en Brasil, durante la cual conquistó el alma de la "torcida" en el país del fútbol.

En el último compromiso de la gira de partidos de exhibición que dio inicio el jueves junto a varias figuras del tenis mundial, y que prosigue por Argentina y Colombia, el número dos del mundo llevó al delirio a los cerca de 10.000 aficionados que colmaron las instalaciones del Gimnasio de Ibirapoera, en Sao Paulo, al vencer al alemán Tommy Haas.

Los dos sets por 6-4 a favor de Federer quedaron en un opaco segundo plano, ya que todas las atenciones se centraron en el festivo espectáculo que tuvo bromas, risas y hasta un gesto particular del alemán, quien entre un set y otro se quitó la camiseta de tenis y vistió el uniforme oficial de Brasil.

Minutos después, el suizo redobló la apuesta. Se fue al vestuario y regresó luciendo el uniforme completo de la selección brasileña, desde la camiseta hasta las medias, lo que llevó a que las gradas lo ovacionaran, una vez más, de pie.

La "fiesta de despedida" fue un verdadero broche de oro que estuvo a la altura tanto de la cálida bienvenida con que lo recibió Brasil, donde según él mismo contó hubo gente "que lloró por verme", como por la simpatía y sencillez que derrochó el récord mundial de Grand Slams, para quien jugar en suelo brasileño fue "la realización de un sueño".

Desde el miércoles hasta hoy, Federer jugó al fútbol con los niños de una favela, probó frutas exóticas y afrodisíacas, comió bocadillos ecomómicos en la calle, se midió ante el brasileño Thomaz Bellucci y el francés Jo-Wilfried Tsonga, con quienes perdió y ganó, respectivamente, conoció personalmente a Pelé, jugó al tenis con sus ídolos, los ex tenistas brasileños Gustavo "Guga" Kuerten y Maria Esther Bueno, y acabó venciendo al alemán, entre muchos tantos compromisos.

Federer se lleva así de Brasil un voluminoso bagaje de recuerdos y experiencias, y deja atrñas, sin lugar a dudas, una agradecida e incondicional hinchada.