SANTIAGO.- Ocupando la plaza número 12° del ranking FIFA. Así se encontraba la selección chilena en febrero cuando el 2012 recién asomaba y mostraba lo que sería un año lleno de matices disímiles para el combinado criollo.
Una nebulosa de altos y bajos que se vieron a lo largo de estos doce meses y que hoy se refleja con la renovación de un cuerpo técnico que hace sólo semanas asumió el mando de una "Roja" alicaída tras el interrumpido proceso de Claudio Borghi.
Sin embargo, el paso del "Bichi" por la tienda nacional tuvo un comienzo de año que ilusionaba. La selección empató por la cuenta mínima ante Ghana en Estados Unidos y dejó entrever una dosis de buen fútbol, con Alexis Sánchez como el motor de un equipo sólido en el medio terreno.
Pero el juego se fue desvaneciendo a través de una identidad de juego poco definida. La Copa del Pacífico no fue justificación suficiente para que la "marea roja" estuviese conforme. Pese a la algarabía de las victorias sobre Perú en Arica (3-1) y Tacna (0-3) con una selección local, la "Roja" caía dos posiciones del ranking FIFA en marzo, ubicándose en la casilla 14° del conteo internacional.
La caída desde la cima.
Uno de los mayores éxitos conseguidos por el cuerpo técnico de Claudio Borghi en el proceso clasificatorio fue ubicarse en la punta de las Clasificatorias a Brasil 2014, tras derrotar por el mismo marcador de 0-2 a Bolivia y Venezuela, respectivamente. El combinado nacional sumó 12 unidades y pudo festejar pese a que el juego exhibido dejaba bastante que desear.
De ahí en más, todo fue opaco para una "Roja" que no lograba encandilar como solía hacerlo. La inconsistencia ofensiva y los vacíos en la zaga mermaron aún más un proceso clasificatorio carente de identidad y repleto de cuestionamientos. Pues la selección sólo supo de derrotas y no por un periodo breve: Colombia, Argentina y Ecuador (este último por clasificatorias y en amistoso) festejaron a costa de los de Borghi.
Sin embargo, la derrota sufrida contra Argentina en tierras locales permitió, paradójicamente, dar un respiro con respecto a la idea futbolística que el cuerpo técnico quería plasmar. La selección cumplió con un cometido correcto, pero no fue suficiente para levantar cabeza.
El buen juego fue sólo un espejismo. El partido contra Serbia vaticinó la debacle de una selección que en el último tiempo nunca pudo sumar de a tres. Se perdió un partido clave que terminó por forzar la salida anticipada de Claudio Borghi de la selección.
El proceso se vio interrumpido de la noche a la mañana con un saldo de 11 victorias conseguidas, 5 empates y 11 derrotas. La canasta terminó en negativo, con 38 tantos a favor y 40 en contra. Hoy por hoy, la selección se encuentra en el puesto número 26° del ranking FIFA y fuera del Mundial.
Indisciplina y expulsiones
Cuando se pensaba que el "bautizazo" había pasado a la historia, el fantasma de la indisciplina volvió a rondar el complejo Juan Pinto Durán. Esta vez de la mano de Eduardo Vargas y Gary Medel al ser sorprendidos en un club nocturno en medio de la concentración de cara al duelo contra Venezuela. Pese a que tenían el día libre, el ex Universidad Católica se encontraba en plena recuperación de un desgarro en el dorsal ancho.
Pero las malas noticias fuera de la cancha no quedaron en eso. La desafección de los jugadores de la Universidad de Chile, Eugenio Mena, José Rojas, Charles Aránguiz y Osvaldo González de la selección, trajo otro dolor de cabeza no sólo para un cuerpo técnico enfrascado en una discusión con la dirigencia azul por querer contar con ellos en el torneo local, sino para una ANFP que debió aclarar los hechos tras el exabrupto.
Los problemas continuaron dentro del terreno de juego con Arturo Vidal y Gary Medel como los principales implicados. Las reiteradas expulsiones de ambos volantes pusieron en duda, incluso, su continuidad en la selección. El volante de la Juventus pareciera ser otro cuando se calza la camiseta nacional, cae en la desesperación y lo paga caro. Las últimas dos veces vio la tarjeta roja con la selección nacional, primero ante Ecuador y luego contra Serbia.
Lo mismo le ocurrió al volante del Sevilla contra Colombia producto de su temperamento, restando 60 minutos fue expulsado por una acción infantil.
La llegada de Sampaoli
El buen juego exhibido con Universidad de Chile y su conocimiento del medio local lo llevaron a Jorge Sampaoli Moya calzarse la chaqueta de la "Roja" el 3 de diciembre. Teniendo como objetivo principal llevar a Chile a Brasil 2014, el DT argentino no tuvo reparos en tomar las riendas de una selección derrumbada y fuera de los puestos de clasificación directa a la mayor cita del fútbol mundial.
La convocatoria de Johnny Herrera y las tratativas para contar con David Pizarro en el conjunto nacional, fueron prueba del cambio que el casildense quiere plasmar en la selección, donde uno de sus mayores retos será encaminar a la "Roja" mediante el juego ofensivo que lo caracteriza. Pero eso no es todo, Sampaoli deberá devolver la disciplina al camarín chileno desde sus convicciones.
"Es más importante el compromiso relacionado a la bandera, es más conveniente establecer la convicción de lo importante que es ponerse la camiseta de su país", confesó hace unos días.
Es el 2012 que tuvo la selección nacional, un año con matices disímiles que de la mano de Sampoli se espera que retome el rumbo hacia el Mundial de Brasil 2014.