Todas las conversaciones son privadas.
Photosport
MENDOZA.- De la libertad al hermetismo. Así ha sido el paso de la selección chilena Sub 20 entrando a su tercera de las cuatro semanas en Mendoza, lugar donde está disputando el Sudamericano de la categoría que da cuatro cupos al Mundial de Turquía.
En un principio, la “Roja” menor tenía más facultades y momentos para el esparcimiento, sin tantas restricciones para los medios y los jugadores compartían sus impresiones sobre su estado y sus reflexiones sin mayores dificultades.
Sin embargo, muchas cosas han cambiado en el cuadro nacional, que este miércoles disputará un duelo clave ante Ecuador por la segunda fecha del hexagonal final. Con el correr de los días, las limitaciones son cada vez mayores, al punto que ahora sólo pueden dialogar tras los partidos o los entrenamientos, sin opción de otra instancia.
Hasta el tercer partido con Colombia, los futbolistas hablaban sobre todos los temas sin ningún problema, explayándose acerca de sus estados de ánimo y lo que ocurre dentro de la interna del equipo. Pero desde entonces, sus comentarios han sido reservados, con muchos monosílabos y explicaciones cortas para evitarse problemas. Es que el llamado de atención llegó desde arriba, para evitar la exposición a algo mayor y sostener el hermetismo típico de las selecciones durante los últimos años.
Por esto, algunos ni siquiera hablan con los medios, tal como ocurrió después de la derrota ante Paraguay, donde el mediocampista Bryan Rabello fue uno de los pocos que se acercó a analizar el partido. El resto enfiló directamente hacia el bus.
Las conversaciones en off ya están prohibidas y al más mínimo acercamiento a algún miembro del equipo se apresuran guardias o policías para evitar el contacto. Además, los fotógrafos han tenido dificultades para realizar su trabajo con la escuadra nacional por el mismo hecho. Los mismos futbolistas confiesan que esto es muy incómodo y varios han manifestado su deseo de abrirse a los medios.
Prácticas totalmente cerradas
Otro ejemplo de este cambio es que la selección nacional se ha encerrado en el Gutiérrez Sport Club durante los entrenamientos, al igual con lo hace en el hotel, donde está prohibido el paso incluso en el lobby para evitar, con tal de evitar cualquier contacto con el plantel.
Los ensayos ahora son casi privados (apenas se puede ver 10 minutos y si hay disposición) y la atención a la prensa es día por medio, sin posibilidad de hacer notas personales, la cuales han quedado “para más adelante”, según informaron los encargados de prensa del equipo.
Esto a diferencia de otras selecciones, donde está permitido el diálogo con cualquier jugador y en el momento que se necesite. Por ejemplo, en la Sub 20 de Paraguay se puede acceder a conversar en el mismo hotel e incluso por teléfono con el jugador que uno estime conveniente, siempre con aviso previo.
Mientras que en Colombia la atención es abierta en la práctica, la cual se puede observar sin problemas y los futbolistas atienden a los medios sin problemas.
El equipo necesita abstraerse.
Otro punto es la concentración total del plantel, la cual también ha tenido sus consecuencias. Los jugadores han buscado nuevas formas de capear este encierro, como ha sido los cortes de pelo novedosos, los cuales son realizados por el delantero Nicolás Castillo.
Dentro del hotel, el equipo realiza normalmente trabajos regenerativos tras los partidos, hay charlas con el DT Mario Salas, donde revisan sus actuaciones y ven videos de los próximos rivales. Sin embargo, evitan sobreexponerse y rara vez bajan de sus habitaciones. Una de sus pocas salidas se dio el pasado jueves, cuando fueron al centro comercial que está a un costado del lugar de concentración, pero nada más.
Incluso, varios familiares de los jugadores al saber que sólo pueden estar con ellos entre 30 minutos y una hora han decidido dejar Mendoza.
Por eso, en el equipo buscan otras formas, como jugar Playstation o simplemente dormir. Es que el panorama no es muy amplio para la “Roja” Sub 20 en Mendoza y aún quedan poco menos de dos semanas para el término del certamen.