La celebración comenzó en la cancha.
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MENDOZA.- “Ooooooooooh, Chile va al Mundial, al Mundial, al Mundial, Chile va al Mundial”. Ese coro retumbaba en la zona de camarines del estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, luego de la clasificación de la “Roja” Sub 20 a la Copa del Mundo de Turquía.
Los jugadores se sacaron un peso de encima y celebraron con todo el paso a la cita turca, tras el sufrido empate 1-1 ante Perú en la última jornada del torneo.
Dentro del camarín, todo el plantel celebró con mucho fervor, con el volante Cristián Cuevas y el portero Lawrence Vigouroux llevando la batuta, saltando arriba de las camillas. Mientras tanto, el resto de sus compañeros gritaba desaforadamente que Chile estaba en Turquía.
El momento más notable de ese ritual fue cuando ingresó el presidente de la ANFP, Sergio Jadue, desde el sector más alto del estadio. El calerano entró al camarín y recibió el “caluroso” saludo del plantel, que lo mojó completamente y al directivo no le quedó más que sumarse al show y la celebración.
La música sonaba a todo volumen, con mucho reggaetón y cumbia, lo que generó el baile de muchos futbolistas, incluyendo a un hiperventilado portero Vigouroux, quien se robó la atención del resto del equipo por sus bailes muy extravagantes.
Un segundo casi fatal
Dentro del equipo hubo mucha emoción y descarga debido a un hecho que pudo cambiar la historia del encuentro, el gol anulado a Perú a los 88’ que le hubiese dado la clasificación a los del Rímac.
“Se me vino el mundo abajo en un segundo”, comentó Darío Melo tras el partido. “Reviví después que vi al guarda líneas levantar la bandera, incluso estaba peleando con Igor (Lichnovsky) por dejarlos cabecear solos en el área”, agregó.
Por su parte, el capitán Lichnovsky afirmó que: “en un instante se me detuvo el panorama, no podía creerlo. En un segundo se me vinieron mil imágenes, que todo el trabajo se realizó se había perdido en un instante. Menos mal que fue offside, porque nadie de nosotros lo hubiese perdonado”.
En tanto, Mario Larenas dijo: “se me cayó el mundo, pensaba que yo podía estar allí para salvar la situación. Pero en un segundo volvimos a la vida, fue algo muy difícil de explicar”.
Otro que tuvo palabras para comentar ese momento fue Claudio Baeza, quien lo vio desde afuera por estar suspendido. “No lo podíamos creer, fue un momento único. Al final, pudimos celebrar, pero ese instante fue terrible, me quería morir, cuando vi al línea levantar la bandera fue un alivio total y gracias a Dios el peruano estaba adelantado”.
Mesura en el hotel
Ya terminada la celebración en el estadio, el plantel partió a su hotel de concentración, donde cenó en conjunto y luego tuvo acceso a reunirse un minuto con sus familiares en el lobby del recinto.
Sin embargo, no hubo tiempo para mucho jolgorio, ya que el resultado final no fue el que se esperaba y también por el deceso del camarógrafo de Canal 13, Hugo Kyonen, lo cual afectó mucho a la delegación nacional.
“La verdad haber sido cuartos no nos gustó mucho, sobre todo después de haber terminado primeros en la primera fase”, contó el propio Larenas.
“Creo que estábamos para algo más, se clasificó, pero tras el buen comienzo que tuvimos quedó el sabor agridulce de este final”, agregó el capitán Lichnovsky.
Después de todo, sentimientos encontrados para la escuadra de Mario Salas, que luego de 29 días en Mendoza logró el objetivo de clasificar a la Copa del Mundo Sub 20 de Turquía y avanzar a un Mundial de esta categoría tras seis años.