El polémico ''mano a mano'' entre Vettel y Webber.
EFESEPANG.- El alemán Sebastian Vettel quiere hacer terapia de grupo para aplacar sus remordimientos después de su exhibición de egolatría en la victoria en el Gran Premio de Malaisia de Fórmula 1.
"Todavía habrá muchas conversaciones en las que me pondré a disposición (del equipo)", señaló el piloto de Red Bull, avergonzado del primer puesto logrado el domingo en Sepang.
Con su polémico y arriesgado adelantamiento a su compañero de escudería, el australiano Mark Webber, el alemán abrió viejas heridas que ahora son más difíciles de curar que nunca. "Una guerra civil en Red Bull", señaló hoy el diario inglés "The Guardian".
Vettel recibió hoy duras críticas por su maniobra y es visto incluso como un "caníbal" en el asfalto.
Después de la victoria número 27 de su meteórica carrera, el triple campeón del mundo se fue del circuito de Sepang como un perdedor. Y las secuelas de su acción pueden ser dolorosas. Lo que es seguro es que abusar de la confianza del equipo y convertir a su compañero en enemigo no es precisamente una ventaja para luchar por el título mundial.
Vettel, que salió de Sepang como nuevo líder de la clasificación, apenas puede esperar ninguna ayuda de Webber en los 17 Grandes Premios que restan. El australiano, de 36 años, está en su último año de contrato con Red Bull y seguirá su propia agenda, sin importarle lo que haga su compañero.
Webber se sintió traicionado y engañado por su joven compañero. Y no era la primera vez. "Ya tenemos una historia conocida, pero ahora no quiero decir nada más", dijo el australiano apretando sus labios.
Desde su choque en el Gran Premio de Turquía 2010, la relación entre ambos pilotos no se normalizó. Webber no se muerde la lengua y lo habla en público, pero su compañero prefiere arreglar las cosas en la intimidad del equipo.
Esta vez incluso habló el padre de Webber, Alan: "Red Bull es una empresa europea y seguro que quiere tener a un europeo luchando (por victorias)".
El piloto australiano, aún subido en el podio de Sepang, aseguró que el equipo seguirá protegiendo a Vettel después de su acción.
Sin embargo, el alemán salió de circuito malayo con motivos para creer lo contrario. "Sebastian sabe que se equivocó. Se disculpó, pero nos sentaremos y lo hablaremos", dijo el jefe del equipo, Christian Horner, que dio órdenes de mantener las posiciones después de la última parada en boxes.
Unos cuantos no pudieron evitar acordarse de Michael Schumacher, que ganó siete títulos mundiales olvidando con frecuencia los buenos modales y llegando incluso a mandar al muro a su hermano Ralf. La consignar: ganar a cualquier precio.
Ahora Vettel tiene el papel de malvado en el paddock. "En el automovilismo son todos egoístas", señaló el ex piloto Niki Lauda.
"Por supuesto que no son amigos íntimos, pero se tienen respeto el uno por el otro. Con un poco de tiempo se olvidará", señaló Horner.
Sin embargo, Webber lo ve de modo diferente: "Voy a surfear un par de olas en Australia, es una buena medicina. Si es medicina suficiente ya lo veremos".