El tenista español Rafael Nadal.
AFPBARCELONA.- El español Rafael Nadal, número 5 del ránking mundial, aseguró este lunes que perder ayer la final de Montecarlo ante el serbio Novak Djokovic (6-2 y 7-6) "no cambia nada" a la hora de encarar el torneo Conde de Godó de Barcelona, donde un año más defiende título.
Nadal reconoció que ante Djokovic le faltó "un poco de todo", especialmente "un poco más de competitividad y de físico", aunque matizó que "eso te lo da la competición y los partidos".
Y no tuvo problemas para continuar con su autocrítica: "No soy suficientemente bueno para cambiar mi juego radicalmente y, si te soy sincero, tampoco he tenido mucho tiempo para entrenarme. Uno tiene su forma de jugar, aunque siempre intenta introducir cosas para ser mejor".
Sin embargo, está convencido de que está "más que en el camino correcto", después de sumar tres victorias (Sau Paulo, Acapulco e Indian Wells) y dos finales (Viña del Mar y Montecarlo) en los cinco primeros torneos que ha disputado desde su regreso al circuito.
"Ayer no acabé ni triste ni enfadado. Competir con el jugador más en forma del momento y tener opciones de ganar el segundo set y, si lo consigo, ganar el partido, es para estar satisfecho", comentó sobre su derrota ante el primer jugador mundial.
Nadal debutará en la central del RCT Barcelona el próximo miércoles, ante el ganador del partido que librarán en primera ronda el español Daniel Gimeno-Traver y el argentino Carlos Berlocq.
Para el balear, cabeza de serie número 2 del torneo, ambos son peligrosos en tierra batida: "Berloq viene de hacer una gran Copa Davis con Argentina -perdió con Tsonga en cinco sets y ganó a Simon en el quinto punto de cuartos de final- y Gimeno-Traver es un jugador con mucho potencial, con un derecha potente y que tira golpes muy pesados".
Si se cumplen los pronósticos, disputará una nueva final ante su compatriota David Ferrer, que llega a Barcelona con el mejor ránking de su carrera (4), descansado tras no jugar Montecarlo, y con ganas de romper su maleficio en el abierto barcelonés, donde ha perdido cuatro finales -todas ante Nadal- en cinco años.
El balear firma medirse de nuevo a Ferrer, "porque significaría estar de nuevo en la final", pero por el momento, prefiere no especular sobre los posibles rivales que tendrá este año en Barcelona. "De momento, solo pienso en el entrenamiento de esta tarde", recalcó.