El furioso reto de Rojas y Herrera que cambió la suerte del clásico

SANTIAGO.- Suena el pitazo final de los primeros 45 minutos. Colo Colo gana momentáneamente 2-1 a Universidad de Chile en el Superclásico. Los jugadores azules bajan desencajados por el tunel, sin entender su pobre primer tiempo. "Yo no juego en este puesto", le dijo un jugador al capitán, José Rojas, antes de perderse por el túnel.

Al llegar al camarín, según revela El Mercurio (ver nota , acceso con registro) este martes, vinieron las palabras de Darío Franco. "Ustedes parece que no me entendieron nada, ¿eh?", enojadísimo el DT les hablaba a sus jugadores.

La charla técnica del entrenador trasandino fue seguida sin preguntas por los jugadores. Muchos miraban el piso. El trasandino les avisó los cambios que vendrían para el segundo tiempo y lo que esperaba de ellos.

En ese momento, los referentes del equipo, Johnny Herrera y Rojas, se acercaron a Franco y le pidieron permiso para hablar con el grupo. Fue una charla que pocos de los allí presentes olvidará, llena de chilenismos, en la que incluso se dijo que a varios les quedaba grande la camiseta.

José Rojas les recordó que no era un partido cualquiera el que se perdía en ese momento, que era ante Colo Colo y que había que tener más actitud.

Herrera fue más duro. Les recordó que el estadio estaba lleno, que los hinchas no se podían llevar una nueva frustración, que como jugadores ya les habían fallado y, aun así, los seguidores azules fueron en masa al "banderazo" del CDA y repletaban el Nacional en ese momento.

El portero y símbolo más importante del plantel fue directo: había compañeros que no entendían lo que se jugaba ni contra quién. Incluso más: dijo que, por su actitud en la cancha, varios no merecían estar en la U. Que les pesaba la camiseta. "No somos un equipo cagón ", se escuchó, "¡Somos la U, con...!", seguido de un garabato a modo de firma.

El discurso, que abundó en improperios, fue una bofetada en medio del camarín. Varios se sintieron tocados, molestos con las palabras de Herrera, dispuestos a demostrarle que se equivocaba, y otros quedaron impresionados.

"Fue muy duro, estuvo muy cargado el café", dijo uno de los testigos. Charles Aránguiz, la figura que desniveló el partido con el gol cerca del final, narró tras el partido: "Fue entre compañeros y fue fuerte lo que se habló, que no estábamos jugando como se tenía que jugar un clásico".

"Fue la única manera de aleonar al equipo", dijo otro jugador. El equipo que volvió a la cancha fue totalmente distinto al que había bajado por el túnel unos minutos antes.

La encendida arenga de Herrera, los cambios de Franco, el que algunos jugadores volvieron a sus puestos regulares o que Colo Colo haya bajado su ritmo de juego, el caso es que la U del segundo tiempo escribió otra de esas epopeyas que parecían solo patrimonio del período de Jorge Sampaoli.