Carlos Bueno ha sido el más crítico.
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SANTIAGO.- La U y Universidad Católica ya van rumbo a Temuco para disputar este miércoles la final de la Copa Chile 2012-2013.
En el aeropuerto de Pudahuel sólo hablaron los jugadores cruzados, quienes reiteraron las críticas contra el arbitraje nacional, lo que ellos consideran ha sido una ayuda para los azules.
El delantero uruguayo, Carlos Bueno, reafirmó sus dichos de ayer lunes y expresó que "yo no ofendí a nadie, lo que dije es la realidad y varios me apoyan. Los que no lo hacen (apoyarlo) son unos caradura, porque es evidente que se ha ayudado a la U".
En la misma línea, el capitán de los de la precordillera, Cristián Alvarez, señaló que "lamentablemente es un tema lo de los árbitros, pero los jugadores no estamos ayudando mucho, tenemos que aguantar los golpes y ser bien hombrecitos".
Además, el zaguero cruzado manifestó su preocupación, ya que según él "los árbitros pueden estar presionados y comenzarán a cobrar todos los roces y no dejarán jugar. Nosotros como Católica vamos a hacer lo mejor posible para que el espectáculo sea bueno".
Por el lado de la U, no quisieron referirse al tema, en clara expresión de que no quieren entrar en la polémica antes del duelo de este miércoles.
Muy escuetamente el técnico Darío Franco señaló que a UC "es un rival muy difícil" y que el partido en Temuco será "complicado".
En lo que respecta a la inusual decisión de hacer viajar juntos a ambos equipos, Alvarez apuntó que "no hay problemas a la ida, pero a la vuelta sí, porque uno de los dos tiene que ganar y el que lo haga vendrá contento y el otro caliente".
Misma postura que adoptó Bueno y destacó que "no está mal, ya que se le da un mensaje a la gente de que vamos a jugar fútbol".